Dirección: Lo Wei.
Intérpretes: Bruce Lee, Nora Miao, Riki Hashimoto, Robert Baker.
Con guión de Lo Wei (“Karate a Muerte En Bangkok”, “El Eunuco”).
Sinopsis
En Shanghai, a comienzos del siglo XX, Chen Zhen (Bruce Lee) descubre que su gran maestro ha muerto.
Desolado por la noticia, Chen intenta averiguar la causa del fallecimiento al tiempo que miembros de un dojo japonés, liderado por Suzuki (Riki Hashimoto) causan conflictos contra su escuela china de artes marciales.
Crítica
Después de alcanzar el estrellato internacional con “Karate a Muerte En Bangkok”, Bruce Lee, creando ya sus propias coreografías de lucha, volvió a colaborar con el director y actor Lo Wei (es el inspector jefe de policía) y con el productor Raymond Chow para filmar esta historia de venganza y sacrificio centrada en una pugna entre chinos y japoneses en una Shanghai ocupada.
Al igual que la primera, esta película, en la que participó sin acreditar un joven Jackie Chan, narra una historia de acción entretenida y simple en su maniqueísmo (todos los japoneses son malos-malismos), parece que inspirada en hechos reales, en la que Lee, como fugitivo en busca de catarsis para deshacerse de la rabia por la injusticia, se luce en intensas escenas de uno contra todos, manejando como nadie los chakos y moviendo piernas y brazos a una velocidad de vértigo.
A destacar el gran clímax con Bruce en pelea con Robert Baker y Riki Hashimoto, con uso de cámara lenta, plano subjetivo, estilo directo, limpio…
Fenomenal.
También en este clásico de artes marciales, con una conclusión original en la que se acentúa la aventura catártica y las consecuencias del uso de la violencia y la venganza de ojo por ojo, hay tiempo para romanticismo ligero con la delicada Nora Miao, o para un strip-tease con baile de una geisha.
Jet Li protagonizó en los años 90 un remake de este film titulado “Jet Li Es El Mejor Luchador”.
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