Dirección: Craig Zobel.
Intérpretes: Betty Gilpin, Hilary Swank, Wayne Duvall, Ethan Suplee.
Con guión de Nick Cuse y Damon Lindelof (“Guerra Mundial Z”).
Sinopsis
Una mujer (Emma Roberts) se despierta en un campo amordazada. Poco después descubre a otra gente también en su misma situación, entre ellos Crystal (Betty Gilpin).
Una caja está instalada en medio de ese campo. Uno de los hombres la abre y sale un cerdo, más tarde descubren armamento y gente disparando con el objetivo de matarles. ¿Quiénes son? ¿Qué sucede?
Crítica
Thriller de acción gore con fondo de sátira sociopolítica.
En su inicio, la narración cambia de punto de vista a medida que se van eliminando a los personajes víctimas de un macabro juego de caza.
Lo más destacado del film, llamado también “La Cacería”, es la interpretación de Betty Gilpin, dando vida al personaje de mayor interés de la historia, que pone en práctica sus conocimientos de combate y supervivencia, revirtiendo su posición de víctima y convirtiéndose en cazadora de la élite organizadora del juego.
El resto de personajes están solamente para ser cazados, sean de un bando o de otro.
La acción y la sangre comienzan desde los primeros minutos, con un ritmo que no decae nunca para narrar un juego violento con giros continuos. El argumento, por momentos, se retuerce demasiado llegando al absurdo y a la confusión.
Lo más interesante de la película, con referencias al cuento de la tortuga y la liebre, y a la “Rebelión En La Granja” de George Orwell (sátira al totalitarismo soviético) es su crítica social y política; sobre los efectos de nuestras actuaciones, los juicios morales, el pensamiento único… las presas (los “deplorables” que merecen morir) y los depredadores (sectarios políticos), elitistas de la corrección política (llenos de hipocresía) persiguiendo por ideología en un concepto de sátira de acción con humor negro.
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