Dirección: Eloy de la Iglesia.
Intérpretes: Amparo Muñoz, Manuel Torres, Simón Andreu, María Martín.
Con guión de Eloy de la Iglesia (“El Techo De Cristal”), Raúl Alcántara, Gonzalo Goicoechea (“Navajeros”) y Ángel Sastre (“Otra Vuelta De Tuerca”).
Sinopsis
Tras ser despedido de su trabajo como camarero de un hotel, Rafael (Manuel Torres) logra, por mediación de la marquesa de Montenegro (María Martín), ocuparse como jardinero de Antonio Fernández Herrador (Simón Andreu), ministro del gobierno casado con Teresa (Amparo Muñoz) que está siendo amenazado por un grupo terrorista.
Poco tiempo después de iniciar su labor en casa del ministro, Rafael se convierte en amante de Teresa.
Crítica
Película que mezcla el thriller político con el erotismo en un entretenido cóctel de sexo, violencia, terrorismo, insidias, corruptelas, crisis matrimonial… en el agitado, inestable e incierto panorama de la Transición española tras la muerte de Francisco Franco.
El film, con una recurrente canción interpretada por Manzanita, crea una trama coral de cierta complejidad, casi como una alegoría del ciudadano medio que intenta progresar en su vida al margen de tejemanejes políticos, pero que termina arrastrado y utilizado por el poder como medio-pelele de hipocresías varias, apariencias muchas y objetivos turbios.
Una pena que la historia, con posible influencia del escritor D. H. Lawrence y su clásico “El Amante De Lady Chatterley”, deje en el aire algunas subrtramas y tienda en su final, lleno de giros luctuosos, a la explotación rocambolesca de sus principales motivos.
A destacar el curioso reparto, con el “matrimonio” Amparo Muñoz y Simón Andreu; el protagonista, un correcto Manuel Torres, sin poca continuidad en el cine; el actor mexicano Pedro Armendáriz Jr., que aparece en el último acto; la veterana María Martín, en uno de los mejores personajes del relato, la aristócrata (sin un duro) marquesa de Montenegro; Enrique San Francisco, como uno de los terroristas; Julieta Serrano, en el papel de criada sin demasiado desarrollo; o Pirri, rostro de cine quinqui que aporta humor a las andanzas político-terroristas.
Fichas en AlohaCriticón