Dirección: Sergio Corbucci.
Intérpretes: Laura Antonelli, Serena Grandi, Paolo Villagio, Jerry Calà.
Con guión de Sergio Corbucci (“Par-Impar”), Mario Amendola (“Quien Tiene Un Amigo… Tiene Un Tesoro”), Bruno Corbucci (“Aladino”), Massimo Franciosa (“La Veneciana”), Maurizio Micheli, Marco Risi (“Chicos De La Calle”), Giovanni Romoli (“La Secta”) y Bernardino Zapponi (“Teresa”).
Sinopsis
Noce Bovi (Laura Antonelli) está desesperada por la ausencia de su marido, Gustavo (Adriano Pappalardo), desaparecido en alta mar. Sus tres hermanos intentan alegrarle la vida en Rimini.
El juez de estricta moral Gildo Morelli (Paolo Villagio) llega a su hotel habitual de Rimini para pasar las vacaciones. Su rigidez en comportamientos se viene abajo cuando conoce a la exuberante Lola Sarti (Serena Grandi).
Gianni Bozzi (Jerry Calà) intenta firmar un acuerdo millonario con Carlo Pedercini (Paolo Bonacelli), gustoso de tener sexo con las mujeres de los demás.
Liliana Corsi (Eleonora Brigliadori), abandonada por su marido, intenta tener nuevas relaciones con Rimini…
Crítica
Comedia coral y sexual italiana.
Es como una cinta de episodios vinculada por el mismo escenario vacacional: Rimini.
En conjunto es floja, con historias sin demasiada gracia y sin enfoque, con arbitrariedad en motivos y decisiones.
La de Laura Antonelli, la del cura o de la del acuerdo empresarial en el yate son relatos muy endebles.
Aunque no está mal lo de Livia Romano enfadada porque le obligan a cantar a favor de la Juventus y ella es seguidora acérrima del equipo de fútbol de la Roma.
La de Eleonora Brigliadori encima termina en plan pederastia.
La más salvable es la del juez moralista (el hipócrita cazador cazado) interpretado por Paolo Villagio, virgen a edad avanzada que se vuelve loco por las curvas de una sexy Serena Grandi motivada por la venganza y bailando en plan Kim Basinger en “Nueve Semanas y Media”.
Respecto a canciones, también suena el “Touch Me” de Samantha Fox en pleno fervor de discoteca.
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