Dirección: Olivia Wilde.
Intérpretes: Kaitlyn Dever, Beanie Feldstein, Jason Sudeikis, Jessica Williams.
Con guión de Susanna Fogel (“El Espía Que Me Plantó”), Emily Halpern, Sarah Haskins y Katie Silberman (“¿No Es Romántico?”).
Sinopsis
Amy Antsler (Kaitlyn Dever) y Molly Davidson (Beanie Feldstein) son dos amigas que han terminado el instituto en la ciudad de Los Angeles y se preparan para ir a la universidad.
El tiempo colegial lo han ocupado estudiando para lograr las mejores notas posibles, mientras gran parte de sus compañeros no han dejado de correrse juergas.
Cuando Molly descubre que esos compañeros han logrado también plaza en universidades de prestigio y que algunos van a trabajar en empresas punteras, le propone a Amy pasar una noche desmadrada y acudir a la fiesta de graduación de Nick (Mason Gooding), chico del que está enamorado.
Crítica
Comedia adolescente protagonizada por dos estudiantes aplicadas que no caen demasiado bien entre sus conocidos de instituto.
Una es pasota y lesbiana, la otra sabelotodo y manipuladora.
Ambas, en una “autoloa” constante, no dejan de ser estereotipos egocéntricos, a pesar del retrato que se intenta dar de desenfado liberador en modos y formas.
Pretende ser original, pero su resultado es una comedia floja de humor grueso con típico ambiente estudiantil y espíritu de “Jo, Qué Noche”, matizada con toques de feminismo y diversidad sexual.
La película, debut en largometraje de Olivia Wilde, va de disparate en disparate, fiestas, descontrol, borracheras, iniciación sexual… pero no resulta desternillante como pretende; es mucho más sosa que otros productos similares, como “Supersalidos”, predecesora en la que parece inspirarse.
Entre las protagonistas hay química y sus papeles están bien interpretados aunque los personajes son bastante pesados.
Viven en un mundo en el que, como aparentes marginadas, no existen problemas, todo lo que le rodea parece falso, algunos personajes son exagerados, todos sus compañeros son triunfadores, fiesteros que acabarán en Harvard o fichados por Google, y los padres no se enteran de nada.
Se escuchan algunas frases ingeniosas pero poco más, al conjunto le falta gracia y le sobra reiteración en sus motivos.
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