• Por AlohaCriticón

al cruzar el limite cartel pelicula movie poster extreme measuresDirección: Michael Apted.
Intérpretes: Gene Hackman, Hugh Grant, Sarah Jessica Parker, David Morse.


Atención: Contiene Spoiler

Guy Luthan (Hugh Grant) es un eficiente médico que cada día debe atender a cientos de pacientes en las salas de urgencias.
Uno de ellos es un vagabundo cuya misteriosa muerte y la aún más misteriosa desaparición de sus informes pone a Guy sobre la pista de una red de médicos que se dedican a experimentar con humanos.

Robin Cook es un novelista norteamericano archiconocido y autor de best-sellers como “Miedo Mortal”, “Coma” –llevado al cine en 1978 por Michael Crichton- o “Como Si Fuera Dios”.




Estudiante de medicina en su juventud, aparcó la bata para dedicarse a su otra pasión, la literatura y, reciclando sus conocimientos, se convirtió en un prolífico creador con características propias.
Todas sus obras se desarrollan en hospitales, están protagonizadas por médicos, tienen estructura de serie negra o de terror y tratan temas relacionados con la profesión como los límites de la ciencia, el poder de los médicos, la cuantificación de los pacientes, las consecuencias de los errores en quirófano o la competencia dentro del mismo hospital.

“Al Cruzar El Límite” no adapta ninguna novela suya, sino del escritor Michael Palmer, la cual, por cierto, desconozco, pero responde punto por punto al ideario de Cook, tanto en su temática como en el apasionante suspense utilizado.


El prometedor médico Guy Luthan es un hombre acostumbrado a tomar decisiones que afectan a la vida o muerte de otras personas como una simple rutina.
En el eficaz prólogo que sigue a los títulos de crédito, decide, casi involuntariamente, ceder la única cama del hospital a un policía herido de bala arriesgando la vida de su detenido, más grave que él.
Sin apenas darse cuenta acaba de realizar una elección moral anteponiendo la clase social del paciente a su cuadro médico.
Esto podría pasar como un hecho aislado, pero la llegada a urgencias del vagabundo Claude Mirkins con unos extraños síntomas provocan el desconcierto del joven doctor que comienza a investigar las causas tras la muerte de éste, encontrándose con un bloqueo por parte de sus compañeros de profesión.

El experto director Michael Apted maneja el film de manera concisa y efectiva en todo momento, haciendo honor a su carrera como realizador de thrillers tan recomendables como “Gorky Park” o la recientemente ignorada “Enigma”, por ello no duda en mostrarnos ya de principio la identidad de los responsables y la solución, algo valiente que sólo un director seguro de poder mantener la atención del espectador en la trama y los personajes osaría hacer, caso de Alfred Hitchcock.

El interés no radica en descubrir al asesino como un tradicional whodunit, sino que se vertebra como un entretenido suspense atento a dos ramas convergentes: la primera la investigación del caso y las redes que lanzan sus enemigos para arruinar la carrera del doctor y que abandone sus averiguaciones y la segunda la evolución del protagonista, desde su posición de elitista y profesional médico a perder su trabajo y ser abandonado por sus amigos.

Sólo con decir que Hugh Grant interpreta el papel de Guy Luthan –su novia Elizabeth Hurley ejerce como productora-, es seguro que funcionará mejor el primer aspecto que el segundo, ya que el actor británico se muestra incapaz de atraer la atención de la película hacia su personaje o simplemente de expresar algo por sí mismo, a pesar de la ayuda de la cámara de Apted y la excelente banda sonora de Danny Elfman.

Los actores secundarios, en cambio, cumplen su misión, aunque no tengan muchos minutos en pantalla, desde un breve pero intenso Gene Hackman, al sobrio David Morse y Sarah Jessica Parker.



La segunda mitad del film resulta vertiginosa con un experto dominio de la tensión y la sugerencia, muy claro en la introducción del misterioso “agujero”, por parte de Apted que, así mismo, logra un buen trabajo de atmósfera.

La larga secuencia del descendimiento al submundo de la miseria resulta escabroso y muy inquietante, rodado al estilo de las criptas vampíricas, y el encuentro con la muchedumbre de vagabundos aislados bajo tierra es escalofriante.
Su salida cargando con el segundo vagabundo infectado está igual de conseguida, esta vez mediante una escena de acción en el metro muy bien planificada.

La estancia del protagonista en casa de la enfermera interpretada por Parker recuerda a la de “Coma”, muy similar pero con cambio de género, y aquí el director aprovecha para incluir una excelente idea visual relacionada con la silla de ruedas de su hermano que nos da una pista sobre la realidad antes que la note el doctor.

Tras un clímax falso que suspende la tensión, se reabre la trama con el descubrimiento de que Grant está paralítico en el hospital por una rotura de médula y acepta unirse a los experimentos de Gene Hackman para salvarse.

Este giro resulta muy acertado ya que cambia radicalmente el punto de vista de la narración y acerca al espectador al otro bando, cortando toda la tensión e incluso la coherencia del argumento lineal, llevándonos a otro tipo de película.

Sin embargo, Apted da otro giro inesperado a la trama y comprobamos que era un engaño y que el médico está retenido en la clínica secreta que buscaba.

A partir de ahí comienza la recta final de acción que alcanza un primer clímax con la violenta pelea en el ascensor seguido por dos interesantísimos parlamentos entre Hackman y Grant sobre la experimentación médica con humanos y un segundo clímax que concluye en un bello epílogo el cual -siguiendo con la ambigüedad de opiniones respecto del tema tratado –Apted nunca trata de llevarnos a lo que él pueda creer-, lanza sobre el protagonista la responsabilidad de encontrar salida a los descubrimientos del ya muerto neurólogo interpretado por Hackman, acentuando la sensación de soledad ante su obligación mediante un travelling aéreo en retroceso que se dirige hacia el cielo.




“Al Cruzar El Límite” es un buen thriller en el sentido más ortodoxo de la palabra.

Sería otra cosa si el protagonista fuera un actor más expresivo y creíble que el soso Hugh Grant o si los actores secundarios tuvieran más minutos, pero así como está es un excelente entretenimiento, que seguro agradaría a Cook, y al que no le falta una oportuna reflexión sobre los límites de la ciencia y el valor del individuo ante la sociedad en la que es más importante la calidad o cualidad del sujeto que su valor como simple sujeto.

¿Merece la pena la muerte de uno por el bienestar de muchos?
Como parece responder el film de Apted no es cuestión de principios ni creencias, simplemente de la situación en la que te encuentres. Por el momento hay que decir que no.

Pablo S. Blasco

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