Dirección: Matt Sobel.
Intérpretes: Naomi Watts, Cameron Crovetti, Nicholas Crovetti, Peter Hermann.
Con guión de Kyle Warren.
Sinopsis
Dos hermanos gemelos, Elias (Cameron Crovetti) y Lucas (Nicholas Crovetti), se reencuentran con su madre (Naomi Watts) en una casa de campo aislada.
Ante su sorpresa, la madre se encuentra con la cabeza totalmente cubierta tras ser sometida a cirugía.
Pronto los hermanos comienzan a sospechar de su verdadera identidad.
Crítica
Remake de un film austríaco producido y protagonizado por Naomi Watts.
Desde su inicio, casi sin presentar a sus personajes, se crea una situación extraña.
Matt Sobel no maneja mal la intriga con un tono enrarecido sustentado en regulares tensiones materno-filiales, comportamientos imprevisibles, indagaciones, recursos oníricos, pasables interpretaciones, bailoteos con fondo de Edwyn Collins, localizaciones de misterio…
Todo ello para generar dudas, incertidumbre, sobre lo que está ocurriendo.
No es que arrebate la atmósfera, pero tiene enfoque… en esta primera parte.
¿Qué les espera a los niños?
¿Es la madre?
¿Qué actitud van a tomar?
El progreso de la película mezcla la intriga con el terror doméstico, que alcanza el clímax con una revelación que descarría el núcleo aparente de la trama (identidad, miedo infantil, juegos psicológica) para materializar de forma bastante tramposa, y poco convincente, un desequilibrio mental y familiar derivado de un trauma.
Podrá gustar a los amantes de las historias al servicio de giros de impacto al estilo M. Night Shyamalan.
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