DEPRISA DEPRISA (1981)
Dirección: Carlos Saura.
Intérpretes: Berta Socuéllamos, José Antonio Valdelomar, José María Hervás Roldán, Jesús Arias.
“El Mini” (José Antonio Valdelomar), “El Meca” (Jesús Arias), “El Sebas” (José María Hervás Roldán) y Ángela (Berta Socuéllamos) son cuatro muchachos que quieren huir de su entorno, pero para ello necesitan dinero inmediatamente. Todo lo que quieren conseguir tiene que ser ya.
En pleno periodo de cambios personales y profesionales (separación de
Geraldine Chaplin, últimas películas con Querejeta,…), las innovaciones
en el cine de Saura se convierten en una constante que marca cada uno de
sus nuevos trabajos. Con “Deprisa, deprisa”, parece volver a sus
orígenes de “Los golfos”, con un filme rozando el documental, instalado
en el realismo del que había intentado evolucionar durante años, hacia
un concepto más psicológico, más profundo de sus personajes, sin
distracciones anecdóticas, y que habían hecho de su cine una obra
difícil y elitista.
En muchos aspectos, “Deprisa, deprisa” es la búsqueda de unas nuevas
bases para un nuevo arte popular actualizado. Porque, Saura, parece
plantearse hacia dónde buscar lo popular una vez desaparecida la
dictadura; cuando los valores se han desdibujado y la ideología ha
quedado desbordada por todos los lados por la brutal realidad de la
sociedad de consumo.
No obstante, Saura necesita explicarse más allá de la mera lectura
superficial, buscando la profundidad de sus personajes y la sensación de
naturalidad, para lo que se basa en material de documental, convive con
sus protagonistas y utiliza actores no profesionales que interpretan sus
propios papeles en la realidad; consiguiendo dejar tras la palabra fin,
la brutal y dura sensación de la seca realidad del moderno “cuarto
mundo”, subproducto marginal de la “panacea” que nos vende la sociedad
liberal-capitalista.
Hay que hacer especial mención en ésta película a la música, que se
convierte en uno de los elementos substanciales de la narración, porque
aunque Saura evita cualquier juicio moralizante, nos proporciona
mediante las canciones que los protagonistas oyen, no sólo su ritmo de
vida, sino también buena parte de sus referencias mentales, su sentido
de la libertad, del amor. Incluso el título y alguno de sus personajes
están sacados de éstas músicas evolucionadas desde los márgenes del
flamenco más bastardeado, que ubica a sus personajes como emigrantes del
sur, y refleja con formidable energía su mundo marginal.
Angel Lapresta
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