Dirección: Adam Shankman.
Intérpretes: Amy Adams, Patrick Dempsey, Maya Rudolph, Gabriella Baldacchino, Yvette Nicole Brown.
Con guión de Brigitte Hales (“Érase Una Vez”).
Sinopsis
Giselle (Amy Adams) y Robert (Patrick Dempsey) viven en Nueva York junto a la hija adolescente de este último, Morgan (Gabriella Baldacchino), y su hija recién nacida a la que llaman Sofía.
Todo parece ir bien, sin embargo, Giselle y Robert se cansan de la vida de la gran ciudad y, ante la contrariedad de Morgan, deciden trasladarse a la pequeña población de Monroeville.
Allí, Giselle, intentando lograr la vida perfecta, utiliza una varita de los deseos, regalada por los reyes de Andalasia (Idina Menzel y James Marsden) para conseguirla, convirtiendo así a Monroeville en Monrolasia.
Sin embargo, las cosas no salen como esperaba.
Crítica
Secuela de la fantasía romántica “Encantada”, la película que llevó al estrellato a Amy Adams.
Retiene tramos con dibujos tradicionales en dos dimensiones, el fondo paródico, la estética colorista, los tintes caricaturescos, las múltiples referencias a otras cintas Disney, el fin optimista… pero la historia no tiene el acierto inicial de la anterior.
Las canciones son bastante cargantes, el CGI es flojo, y la inversión-conversión de personajes de cuento, aquí con guerra de malas-malismas, ya está muy vista.
Encima, James Marsden, unos de los puntos cómicos destacados del primer film, está infrautilizado.
Las claves de cuidado con lo que deseas, el pensamiento infantil de vida perfecta, que no existe, y la adecuación a la realidad para la satisfacción personal y la armonía familiar, no terminan de encontrar un desarrollo creativo.
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