Un rey gustoso de las bromas disfruta sobre todo con Hop-Frog, un bufón enano y cojo raptado de una región bárbara al igual que Tripetta, una bailarina también enana. Cuando esta última es víctima de escarnio, Hop-Frog planea vengarse en un baile de disfraces.
Crítica
Cuento de Edgar Allan Poe que se publicó por primera vez en el año 1849.
Narrado en tercera persona omnisciente, el relato corto, con citas en su inicio a Rabelais y a Voltaire, no es de los mejores textos del bostoniano, recayendo más el clímax en una acción simple de venganza que en la psicología de personajes en una trama compleja.
Puede ser visto, al margen de fabulaciones de tipo autobiográfico y siempre dentro de un contexto simple con evocación medieval, como una visión alegórica de las consecuencias revolucionarias ante una tiranía, ante un gobierno de abuso convertido en chanza trágica por su mala praxis con el clásico dicho de… quien ríe último, ríe mejor. También como una acción de defensa contra una dignidad mancillada al confundir diversión con humillación.