Dirección: Fernando León de Aranoa.
Intérpretes: Javier Bardem, Manolo Solo, Almudena Amor, Sonia Almarcha.
Con guión de Fernando León de Aranoa (“Barrio”).
Sinopsis
Blanco (Javier Bardem), dueño de una empresa familiar de básculas, es candidato a ganar un premio regional a la excelencia.
Antes de que llegue la comisión del premio, Blanco intenta solventar problemas de varios de sus trabajadores, entre ellos el de su amigo Millares (Manolo Solo), quien sufre una crisis en su matrimonio; o el de Fortuna (Celso Bugallo), cuyo hijo se ha metido en líos por violencia callejera.
Al mismo tiempo, Blanco se siente atraído por una joven becaria, Liliana (Almudena Amor) y sufre las protestas de un despedido, Jose (Óscar de la Fuente), en la entrada de la fábrica.
Crítica
Comedia dramática donde se pone de manifiesto, en un ambiente laboral, la doble moral, la ambición, la hipocresía, el poder, la falta de escrúpulos…
La narración de Fernando León de Aranoa es dinámica con varias historias mezcladas en torno al patrón de una empresa que fabrica básculas, Blanco, un personaje estupendamente interpretado por Javier Bardem que se apoya en las buenas actuaciones del resto de personajes de su entorno.
La historia comienza con una situación de equilibrio pero poco a poco va tomando una deriva descontrolada con el jefe de producción y amigo de la infancia enloquecido por los celos, un contable despedido con megáfono acampado delante de la fábrica, una becaria seductora lista y ambiciosa, el patrón, la esposa modelo, la fiel secretaria… intentando Blanco/Bardem aplacar y compensar la situación como sea, trucando la balanza si hace falta para conseguir el equilibrio.
Buenos diálogos y buenas interpretaciones, con un Bardem presente en cada escena y muy creíble, equilibrado, interpretando a “el buen patrón” como un personaje carismático, cínico, inmoral y humano al mismo tiempo, excesivamente preocupado por las apariencias.
Nadie sale totalmente bien parado de la historia. Ni el empresario ni los trabajadores ni los políticos… todos igualmente egoístas… todos enredados en un juego en el que el patrón acaba por ser esclavo de sus deseos.
En el fondo unos se necesitan a los otros, existe una dependencia entre el que manda y el que obedece, una relación llena de contradicciones y de inestabilidad. Las dos caras de la moneda quedan bien reflejadas, nada es totalmente lo que parece.
Se trata de una historia balanceada, cínica, que trata aspectos diversos de la vida laboral, relaciones familiares, política provinciana, la amistad, la infidelidad… contada con un ritmo ágil que no decae ni aburre.
Fichas en AlohaCriticón