Dirección: Ramón Fernández.
Intérpretes: Nino del Arco, Paolo Gozlino, Pilar Velázquez, Leonard Mann.
Película basada en un cuento de Anatole France. Con guión de Federico De Urrutia (“Los Leopardos De Churchill”, “Una Señora Llamada Andrés”), Alfredo Mañas (“Fortunata y Jacinta”, “Los Tarantos”), Luciano Martino (“Así De Dulce, Así De Maravillosa”) y Miguel Oliveros (“Los Amores De Don Juan”, “El Juez De La Soga”).
Sinopsis
En un pequeño pueblo pesquero vive Pedrito (Nino del Arco), un niño que ha perdido a su padre, muerto en la mar, y a su madre, que ha abandonado el pueblo después de la muerte de su marido. El principal compañero de Pedrito es un alegre pescador llamado Juan Aguirre (Paolo Gozlino).
Crítica
Ramón Fernández, director de comedias como “Margarita Se Llama Mi Amor” o “No Desearás Al Vecino Del Quinto”, se puso serio para rodar este agridulce cuento religioso basado en un relato de Anatole France.
La película tiene apuntes costumbristas en época de fiesta, diferentes mensajes con principal énfasis en la humildad y la creencia, suficiente profundidad emocional y cierto lirismo en un aislado ambiente costero. Tampoco faltan algunos apuntes de comedia, en especial con la relación entre el cura y el sacristán (Roberto Camardiel y Goyo Lebrero).
La imaginería religiosa no deja de resultar efectiva en su provocación de sorpresa al desubicarla de su estancia natural, y la nostálgica música del italiano Bruno Nicolai intenta sensibilizar las peripecias del monótono chaval protagonista.
Aunque con virtudes, la historia resulta demasiado previsible en su sentimentalismo y las resoluciones de sus principales y básicos conflictos no dejan de ser sencillas.
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