Dirección: Richard Fleischer.
Intérpretes: Tony Curtis, Henry Fonda, George Kennedy, Mike Kellin.
Con guión de Edward Anhalt (“Las Aventuras De Jeremiah Johnson”) y Gerold Frank (“Días Sin Vida”).
Sinopsis
En Boston se están produciendo una serie de crímenes de mujeres que tiene aterrorizada la ciudad.
Para atrapar al asesino en serie, la policía contacta con John S. Bottomly (Henry Fonda), un prestigioso fiscal, para que dirija la investigación.
Crítica
Tony Curtis sorprendió con su actuación dramática (solía hasta la fecha interpretar comedias) en este estudio psicológico de un asesino demente.
La película, basada en hechos reales sucedidos en la ciudad de Boston en los primeros años de la década de los 60, es manejada por Richard Fleischer con estilo.
Fleischer ya había colaborado con Curtis en “Los Vikingos”.
Utiliza de forma original las perspectivas y la pantalla partida (con demasiada alegría), que en su tramo final sirven para acentuar el desequilibrio psicológico del protagonista en su doble personalidad y en el juego mental propuesto por el personaje de Henry Fonda.
Es una cinta slasher de mérito, próxima a los primeros giallos italianos en su aspecto whodunit inicial, con toques de docudrama, antes de adentrarse en profundidades de la psique, reiterándose un tanto en motivos pero con un final significativo.
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