Dirección: Roberto Gavaldón.
Intérpretes: Isela Vega, Adolfo Marsillach, Philip Michael Thomas, Sandra Mozarowsky.
Con guión de Emilio Carballido (“El Águila Descalza”), Tito Davison (“El Amor Tiene Cara De Mujer”), Roberto Gavaldón (“Las Cenizas Del Diputado”) y Fernando Vizcaíno Casas (“Los Jóvenes Amantes”).
Sinopsis
México, siglo XIX, con Agustín de Iturbide en el poder.
En una gran finca vive Everardo (Adolfo Marsillach), un rico hacendado casado con Elvira (Isela Vega) que un día de cacería de jabalíes descubre a un niño huérfano, negro, que lleva a su casa.
El niño crece con el nombre de Gaspar (Philip Michael Thomas) y comienza una relación con una de las hijas de Everardo, Emma (Sandra Mozarowsky).
Uno de los gustos favoritos de Everardo es realizar fiestas y cocinar una receta con hongos que, previamente, son catados, ante un posible envenenamiento, por sus esclavos.
Crítica
Co-producción hispano-mexicana que adapta una novela de Sergio Galindo que transcurre en el México de comienzos de siglo XIX.
La película, con protagonismo del futuro protagonista de la teleserie “Corrupción En Miami”, Philip Michael Thomas, no tiene personajes muy profundos ni demasiada complejidad psicológica, además está rematada, tras todos los avatares previos de pareja, de forma inconsistente.
Sin embargo, tiene una atmósfera lograda de tentación, de seducción, de amor prohibido, en relaciones incestuosas, con celos y competencia por los favores sexuales de Thomas en un enrarecido triángulo amoroso completado por Isela Vega y Sandra Mozarowsky.
También se emplea la presencia amenazadora y constante de una pantera negra como simbología del peligro que conlleva la tensión creciente en el seno familiar.
A la par, el film posee trazos alucinógenos de éxtasis romántico, y una situación de venganza que convierte el boato en el manjar en un espectáculo grotesco de muerte.
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