Dirección: Yuen Woo-Ping.
Intérpretes: Rongguang Yu, Donnie Yen, Jean Wang, Tsang Sze-Man.
Con guión de Tan Cheung (“La Promesa: La Leyenda De Los Caballeros Del Viento”), Tai-Mok Lau (“El Puño Del Dragón Rojo”), Elsa Tang (“Érase Una Vez En China”) y Hark Tsui (“El Tiempo No Espera”).
Sinopsis
China, siglo XIX, Dinastía Ching.
La provincia de Zhejing ha sufrido graves inundaciones que han empobrecido a su población mientras el corrupto gobernador (James Wong) sigue disfrutando de dinero y placeres.
En ese contexto, una figura misteriosa, El Mono de Hierro (Rongguang You), aparece para hacer justicia.
Crítica
Film de Hong Kong de artes marciales con la adolescente Angie Tsang en el papel de un joven Wong Fei-Hung, héroe chino y experto en artes marciales que vivió en la parte final del siglo XIX y principios del siglo XX.
Aunque tiene prominencia en la historia, con momentos espectaculares de pelea, Tsang cede el protagonismo a Rongguang Yu y Donnie Yen en lucha contra el corrupto gobernador en una especie de mezcla entre la figura de superhéroe clásico y Robin Hood o El Zorro.
Tanto Yu como Yen, sin olvidar a la actriz Jean Wang y al citado Tsang, se lucen en secuencias de violencia con estilo con acrobáticas coreografías, muy imaginativas y con óptimo uso de escenarios y objetivos, no faltando picados, contrapicados, gran angular, cámara lenta…
Los escenarios rezuman estudio y la trama, wuxia con mucha dosis de humor, no es nada del otro mundo, manejando tópicos sobre un lugar dominado por corruptos y matones sacudidos por los héroes en una visión maniquea con identidad secreta, relación paterno-filial y resultados previsibles de lucha por la justicia.
Eso sí, las peleas, el grueso del film, son un deleite para el amante de las artes marciales, entre la fantasía y el dibujo animado.
También es valorable positivamente el diverso catálogo de personajes que pululan por la historia en una interacción intensa, muy dinámica y entretenida.