Dirección: Reed Morano.
Intérpretes: Blake Lively, Jude Law, Sterling K. Brown, Raza Jaffrey.
Con guión de Mark Burnell (“Remote Control”).
Sinopsis
Tres años después de un accidente aéreo que terminó con la vida de sus padres y hermanos, Stephanie Patrick (Blake Lively) se hace llamar ahora Louise y se dedica a la prostitución en Londres.
Stephanie, adicta a las drogas, recibe la visita de Keith Proctor (Raza Jaffrey), un periodista que está investigando el accidente y que le informa que el autor de la colocación de la bomba es un terrorista llamado Reza (Tawfeek Barhom).
Aunque reticente en principio, Stephanie va elaborando un plan de venganza para matar a Reza con la ayuda en la instrucción de B (Jude Law), un exespía del MI6 que vive en Escocia.
Crítica
Película basada en una novela de Mark Burnell con guión del propio escritor.
Es una historia de intriga, acción y venganza con una trama rocambolesca, muy poco creíble.
Stephanie Patrick (interpretada por Blake Lively) es una joven traumatizada por la muerte de su familia en un accidente aéreo.
Cae al abismo de la prostitución y las drogas hasta que todo cambia cuando descubre que no fue un accidente sino un atentado terrorista.
Decidida a vengarse, Stephanie se introduce en una red de espionaje en busca del terrorista.
Un exagente del MI6 (Jude Law) convierte a una prostituya yonqui, que apenas sabe cuidar de sí misma, en una fría y despiadada aniquiladora vengativa.
Del personaje principal, más allá del trauma por la pérdida familiar, no se conoce nada, por lo que resulta difícil mostrar empatía.
La relación de la protagonista con varios personajes importantes de la trama es forzada, no se entienden las relaciones creadas entre ellos ni las motivaciones.
El tono de la película es grave, pomposo. El ritmo un tanto irregular, alterna escenas de acción con otras mucho más pausadas casi de drama intimista, abusando de “flashbacks” y silencios.
Las localizaciones tienen cambios constantes: Escocia, Londres, Marsella, Tánger y Madrid…
Puede funcionar como simple entretenimiento de serie B, con escenas de acción bien rodadas, persecuciones con plano subjetivo.
No llega a aburrir, pero la narración es irregular y la trama no resulta creíble, con un final que deja clara la intención de sus autores de producir secuelas de la película con el protagonismo de la vengadora Stephanie.
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