Dirección: Toby Meakins.
Intérpretes: Iola Evans, Asa Butterfield, Eddie Marsan, Robert Englund.
Con guión de Toby Meakins, Simon Allen (“La Guardia”) y Matthew James Wilkinson (“Side By Side”).
Sinopsis
Kayla (Iola Evans) es una estudiante que trabaja también como limpiadora en una misteriosa empresa llamada Kismet.
Uno de sus mejores amigos es el programador Isaac (Asa Butterfield), un friki de la informática que es también admirador de la cultura pop 80s.
En uno de sus encuentros, Kayla e Isaac descubren una vieja cinta con un videojuego de esa década llamado CURS>R, que le puede hacer ganar un premio de 125.000 dólares.
Kayla decide jugar con consecuencias terribles que ponen en peligro su propia vida.
Crítica
Película británica planteada como un juego de supervivencia en modo plataforma de videojuego con centro en un joven personaje femenino.
Producida por Ridley Scott, es el debut en formato largometraje de Toby Meakins, director y guionista de un producto de tono pesadillesco que transcurre casi todo en interiores, con ambientes nocturnos y predominio de colores azules.
La historia es bastante arbitraria, con elementos sobrenaturales sobre una sencilla base tecno-thriller.
Cruza tragedias familiares, frikismo con nostalgia ochentera, terror psicológico y realidad virtual con una posible alegoría de control y manipulación de la realidad “real” por parte de mentes perversas, terrible control y tergiversación en manos de gente siniestra.
Suena la música de Gary Numan, se escucha a Robert Englund (el Freddy Krueger de “Pesadilla En Elm Street”) y se explota la exposición retro-arcade con cierta tensión pero con una historia floja de situación con tramos aburridos y resolución previsible.
Puede gustar a quien disfrutase de las películas “Escape Room”.
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