FANFAN LA TULIPE (2003)
Director: Gerard Krawczyk.
Intérpretes: Vincent Perez, Penélope Cruz, Didier Bourdon, Helene de Fougerolles.
En la Francia del siglo XVIII sobrevive como puede Fanfan (Vincent Pérez),
un aventurero que huye de las ataduras del matrimonio, pero que no renuncia
a conseguir a todas las mujeres que pueda. Un casamiento no deseado le
llevará a enrolarse en el ejército francés, que se haya inmerso en una
guerra con otros países europeos. Entretanto conocerá a Adeline (Penélope
Cruz), una gitana que le leerá las líneas de la mano, pronosticándole un
brillante futuro.
“Fanfan la Tulipe” pertenece al grupo de intrascendentes películas que se
está dedicando a apadrinar últimamente el otrora interesante director galo
Luc Besson (El profesional, Juana de Arco). En esta ocasión se trata de una
visión desmitificadora de los films de capa y espada, para lo cual se ha
realizado un “remake” de una cinta francesa de los años 50 con el mismo
título, convenientemente actualizado a los gustos de hoy día, bastante
discutibles por cierto. La película se compone de una serie de sucesos, más
o menos graciosos que le acontecen al protagonista, para desembocar en un
final previsible. Al director, Gerard Krawczyk, parecen preocuparle más las
acrobáticas luchas a capa y espada que se suceden en el film, convencido de
que los planos de tres segundos o menos son la mejor solución para
transmitir dinamismo, el sabrá. Lo que es indiscutible es que la película es
impecable en su apartado técnico, ya que el diseño de producción, la
fotografía o el vestuario son irreprochables, lástima que no pueda decirse
lo mismo del guión. Pretendiendo ser desmitificador e iconoclasta, el
libreto es tontorrón y carece del verdadero espíritu de la aventura,
sustentado tan sólo en chistes facilones, únicamente merece salvarse la
parodia que se hace del rey de Francia, esta sí, verdaderamente demoledora.
En cuanto a las interpretaciones hay que destacar a Vincent Pérez, que hace
lo que puede para tratar de insuflar energía a su personaje, y más o menos
se salva de la quema. En cuanto a Penélope Cruz hay que admitirle que está
pasable, bastante mejor que en sus lamentables incursiones en el cine de
Hollywood, pero eso tampoco es decir mucho.
Con todo esto nos hallamos ante una película bobalicona, lo cual no es de
extrañar si nos fijamos en las “obras maestras” que ha perpetrado antes su
director (Taxi 2, Taxi 3, Wasabi), que busca el simple entretenimiento, pero
que podía haber dado mucho más de sí, a juzgar por los medios de los que
disponían. Cabría pedirle a Besson que si piensa volver a dirigir cine en
condiciones y deja de invertir los dineros en boberías de medio pelo, que
la lista empieza a hacerse larga (Yamakasi, Transporter, o las ya
mencionadas de Krawczyk). Así pues, una película tonta para pasar un rato
tonto, sin más.David García
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