• Por AlohaCriticón

grand canyon cartel poster pelicula

GRAND CANYON (1991)

Dirección: Lawrence Kasdan.

Intérpretes: Kevin Kline, Danny Glover, Steve Martin, Mary McDonnell.

Película que cruza a varios personajes en la ciudad de Los Angeles, centrándose principalmente en la amistad surgida entre un abogado blanco llamado Mack (Kevin Kline) y un conductor de remolque negro de nombre Simon (Danny Glover).

Tres años después del que ha sido uno de sus mayores éxitos (“El turista

accidental”, 1988) y sólo un año más tarde del rodaje de “Te amaré hasta que

te mate”, Lawrence Kasdan nos introduce de lleno en la ciudad de Los

Ángeles; escenario de su nuevo proyecto; más intimista y simbólico que el

anterior.

Mucho antes de que Kevin Kline bailara como poseído el gran éxito de las

salas de baile (convertido a partir de entonces en icono homosexual) en “In

and Out”; cuando aún Danny Glover sólo contaba con dos secuelas de la

archiconocida “Arma Letal” (saga por la que sí ha pasado el tiempo); en un

pequeño oasis encontrado en la filmografía de Steve Martín, salvando que

ésta sea tan sólo un cúmulo de gags interminables de humor de sal gorda; y

casi al tiempo que Mary Louis Parker cocinaba sus “Tomates verdes fritos”;

estos personajes se unen como piezas del gran puzzle urdido por Kasdan en

“Grand Canyon”; ensayo coral para mostrarnos la más baja inmoralidad humana

y la mejor parte de aquel que sólo intenta sobrevivir.grand canyon foto critica review

El director nos enseña la vida de un grupo de personas en Los Ángeles, sin

aparente nexo de unión entre sí. A medida de que va avanzando el metraje,

comprobaremos que las historias están unidas por las personas que las

protagonizan; más cerca unas de las otras de lo que se imaginan.

Danny Glover (un mecánico con ideas dignas de buen filósofo), Kevin Kline

(abogado en plena crisis existencialista) y Steve Martin (productor de

películas con alto contenido violento), tratarán de sobrevivir; si bien no

quedando victoriosos, si que por lo menos superando los escollos de la

deshumanización progresiva vivida – y padecida- en la gran ciudad que

habitan. Todas sus existencias se van entreverando a lo largo de la

película, confluyendo en el atemporal Gran Cañón; para quien nuestra efímera

existencia supone tan sólo un segundo en la suya; y en cuyo espejo se

relativiza la vida de los protagonistas.

Un guión coescrito por la mujer de Kasdan; Meg; que quedaría finalista en

los Oscar de su edición, nos transporta a un lugar escondido dentro de

cualquier ser humano, al que le afecte los estragos que el mal llamado

desarrollo infiere en los individuos.

“Grand Canyon” peca, quizá, de no ser un producto comercial “per se”, con

mucho diálogo, poca acción – relegada ésta a unas cuantas escenas de peleas

y robos de bandas callejeras diseminadas a lo largo del film- y más trabajo

para el espectador ; quien irremediablemente está ante un producto algo

difícil de digerir. Sin embargo la historia de luces y sombras perfectamente

hilvanada gracias al guión del matrimonio Kasdan nos da una perfecta idea de

lo que pasa cuando un producto es de calidad.

Mucho – y no todo bueno- habría que comentar si realizamos una comparativa

entre el título que nos ocupa y la burda y pretenciosa copia creada por Paul

Haggis de nombre “Crash”. Una copia tan mediocre que hasta incluso “plagió”

la hierática actuación de Kevin Kline en la primera, encarnada en los

tristes gestos de Brendan Freser.

La diferencia entre ambas es que si bien en “Crash” los encuentros son

totalmente artificiosos y el filme fatuo en exceso; en “Grand Canyon” nos

encontramos ante un guión que deja muy poco a la eventualidad, controlando

todos y cada uno de los movimientos de los personajes; procurando a esta

historia coral un sentido que no se pierde a lo largo de todo el metraje.

Un fruto de mucha – y buena- calidad que hará las delicias de quien tenga

unos minutos para pararse a pensar en la vorágine del día a día y que

alcanza su mayor y mejor descripción con una frase del propio guión:

-“¿Nunca has sentido que te falta esto para estar histérica las veinticuatro

horas del día?”

— “La mitad de la gente está así; la otra mitad está histérica las

veinticuatro horas del día.Cristina Gómez

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