Dirección: Takeshi Kitano.
Intérpretes: Takeshi Kitano, Kayoko Kishimoto, Ren Osugi, Susumu Terajima.
Con guión de Takeshi Kitano (“Zatoichi”).
Sinopsis
Yoshitaka Nishi (Takeshi Kitano) es un policía de modos violentos que, tras perder a su hija cuando era una niña, tiene ahora a su mujer, Miyuki (Kayoko Kishimoto), sufriendo una enfermedad terminal y padece un trauma por haber provocado en un acto de servicio la muerte de un compañero.
Su mejor amigo en el cuerpo policial, Horibe (Ren Osugi), ha quedado inválido y vive en soledad, pintando, tras ser abandonado por su mujer e hija.
Para el cuidado de su mujer y ayudar a sus amigos, Nishi pide dinero a los yakuza, creándose un conflicto con ellos.
Crítica
Mezcla de drama con estudio psicológico de personaje, thriller, humor y acción criminal, esta película de Takeshi Kitano es uno de los mayores logros de la carrera de su autor.
Kitano es también el protagonista.
Parco en palabras, permanece casi siempre en silencio en medio del vaivén de desgracias, de pérdidas, de amenazas…
Sus actos son rápidos, violentos, contundentes.
Se pondera el valor del silencio, el valor de las palabras, el valor de las acciones y la fugacidad de las mismas, de la vida.
El film, agridulce, se narra en saltos temporales ligando situaciones y personajes marcados por tragedias, y liberados por la catarsis o el arte.
Su fondo impulsivo, dramático, cínico, se suaviza en tramos con humor, ingenuidad para acentuar la ternura sin estridencias entre pareja, simple slapstick con deuda del cine mudo, o momentos de humor negro.
El uso de exteriores por parte de Kitano es reseñable, tanto en un desguace con personajes caricatura, singulares, como en escenarios nevados o en perspectivas reflexivas en una playa tranquila, abierta, de vida relajada contrastada con el fin de sus personajes.
Una película de mérito que parece, en su inicio, desafectar emociones por la curiosa caracterización del protagonista para, en su conclusión, aglutinarlas de forma compacta y lírica.
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