• Por AlohaCriticón

hostel cartel poster
Dirección: Eli Roth.
Intérpretes: Jay Hernández, Derek Richradson, Barbara Nedeljakova, Eythor Gudjonsson.


Paxton (Jay Hernandez) y Josh (Derek Richardson) son dos mochileros universitarios de viaje por Europa en busca de sensaciones hedonistas. En el camino se les une un islandés llamado Oli (Eythor Gudjonsson). En un pueblo eslovaco en el que casi no quedan hombres se quedarán prendados de dos guapas jóvenes llamadas Natalya (Barbara Nedeljakova) y Svetlana (Jana Kaderabkova), con quienes se verán inmersos en una funesta situación tras la desaparición de Oli.

Estereotipado producto estadounidense con los tópicos obligados del género, en esta ocasión implementando exageraciones inadecuadas que sin llegar a ser ciertamente escalofriantes se sobrelleva una trama sin mucha pretensión, demasiada sangre y poco meollo.




Este filme como tal cuenta con una imagen terrorífica y supuestamente innovadora que invita al espectador a sufrir y sentir diversas sensaciones no muy sanas; es algo curioso que se busque esto como público, ya que muchos de los que asistimos a estas funciones pareciese que a lo que aspiramos es a pasarla mal, pues sabemos a lo que nos atendemos, sin embargo nos sentamos a verlo.

hostel-eli-roth-fotos“Hostel” es una mediocre producción cuya historia se basa en las vacuidades juveniles y los pudendos impulsos que llevan a la acostumbrada perdición de quien las vive, aquella historia de los jóvenes en juerga, donde lo más importante ante su pobre perspectiva es las drogas y el sexo, desde esta instancia sabemos que el asunto no va en serio, todo emana una obviedad que da risa; el problema en esta ocasión es que se exagera, llevando una sosa y soporífera introducción, una película extremadamente pausada para lo que se esperaba, con la ausencia de un buen guión de suspense nos introducimos en un vaivén narrativo sin mucha pretensión, con primicia interesante pero insustancial recorrido, a pesar de su corta duración nos instalamos ante una obra que parece alargarse eternamente, el público debe esperar en el bostezo para que pase algo interesante, la tensión y la ansiedad se hacen presentes hasta los minutos finales de la cinta, pues a pesar de contener algunos ingredientes que pudieron haber llevado mejor el rumbo de la historia, estos se pierden inevitablemente.




La película es una proposición al juego de la hipocresía, el director pretende engañarnos y nosotros fingimos creerle, no hay suspense aparente, no deben engañarse, la comercialización ha sido lo mejor de este proyecto, la paciencia debe ser más intrépida que el estómago del espectador, el cual descansarán tranquilo, pues aunque hay mucho en pantalla de aquel tan reconocido líquido rojo que pretende suplantar a la sangre de la vida real, en verdad no se crea el efecto prometido, ¿es que en verdad tenemos algo de sádicos como espectadores?, este filme no me ha hecho sentir nada, la atmósfera sea talvez lo único rescatable.

Si bien es cierto que psicológicamente todos cargamos un pequeño sádico en nuestro interior, pero no se preocupen pues les aseguro que su pequeño sádico no aflorará con este producto, puede ofertar una imagen comercialmente audaz pero no cumple nada de lo que promete.

Como ya he mencionado son sus últimos minutos los que provocan un poco de ansiedad, así como gracia, pues nos les niego que algunas escenas sobrepasan el terror para instalarse en lo ridículo, creando secuencias que emanan un acto risorio, efecto secundado por una banda sonora que no remueve ningún órgano del cuerpo, no existe taquicardia, ni nerviosismo, no hay nada, este filme se remite a escenas sexuales sin ningún rumbo, camino morboso que el cine de esta índole ha optado sin mucha dificultad.

Una insípida experiencia que no recomiendo al espectador que busque suspense y terror. Ya sean estos tiempos, pues es más difícil sobresaltarse, sin embargo sé que existe la terquedad y muchos verán este filme, como yo lo he hecho.

Lucio Rogelio Avila Moreno

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