ILUMINADOS POR EL FUEGO (2005)
Dirección: Tristán Bauer.
Intérpretes: Gastón Pauls, Virginia Innocenti, Pablo Ribba, César Albarracín.
Esteban Leguizamón (Gastón Pauls) es periodista de un canal de televisión
argentino. Una noche le avisan del intento de suicidio de un antiguo amigo,
Vargas (Pablo Ribba).
Vargas, junto con Esteban, formaba parte de una brigada militar que una
primavera de 1982 desembarcó en Las Malvinas para defender el terruño
que los argentinos consideraban de su soberanía.
El reencuentro de Esteban con un Vargas en estado de coma, hará que los
fantasmas del pasado vuelvan a aflorar.
Segundo largometraje de Tristán Bauer, realizador de cortos, documentales
y diversos programas de televisión, cuya ópera prima, “Después de la
tormenta” (1991), fue muy galardonada en los certámenes a los que acudió.
En esta ocasión, Bauer adapta un libro de Edgardo Esteban y Gustavo
Romero Borri, también coguionistas, que relata el oscuro acontecer de un
neófito pelotón de soldados argentinos en la nefasta campaña bélica de
invasión y defensa de Las Malvinas.
Para ello, Bauer estructura la obra utilizando un montaje paralelo en el que
por un lado describe el accidental y trágico encuentro de dos
excombatientes y por el otro incrusta, mediante flash back, episodios de la
lucha en las islas contra los británicos.
“Iluminados por el fuego” pudiera haber sido una atractiva aportación a
aquélla confrontación, si Bauer, en lugar de urdir su trabajo con una buena
dosis de sentimentalismo y nostalgia, hubiera cogido el toro por los
cuernos mostrando los tejemanejes que desencadenaron la batalla y su
posterior evolución, es decir, un desarrollo más historicista y didáctico de
las absurdas causas que hicieron que más de un millar de hombres dejarán
de existir.
A modo de ejemplo, si se hubiera sustituido en el montaje la convalecencia
del suicida por la inclusión de los siguientes hechos: la causa de la
decisión del General Leopoldo Galtieri de plantar cara a los británicos,
después de años de negociaciones en la ONU para reclamar la soberanía
de las islas; la recogida del guante por la “dama de hierro”, apoyada por el
entonces presidente Reagan, para afrontar unas elecciones con las
mayores garantías de victoria; o bien, el acontecimiento fatídico del
hundimiento del acorazado Belgrano, que sirvió de respuesta de Gran
Bretaña al proceso de paz que estaba dando sus frutos y que mostraba las
cartas que estaban dispuestos a jugar: dar su escarmiento definitivo al
argentino invasor.
Quizá con esa perspectiva, y manteniendo los sucesos que estaban
produciéndose sobre el terreno (no tanto las desconcertantes
escaramuzas nocturnas), se hubiera enriquecido el tono general
de “Iluminados por el fuego”.
Alberto Alcázar