Dirección: Marino Girolami.
Intérpretes: Alvaro Vitali, Michela Miti, Enzo Robutti, Nicoletta Piersanti.
Con guión de Gianfranco Clerici (“Jaimito Contra Todos”) y Vincenzo Mannino (“Estoy Con Los Hipopótamos”).
Sinopsis
Jaimito (Alvaro Vitali) es un estudiante nefasto, siempre gastando bromas a los profesores y contestando burradas en los exámenes. Tras ser expulsado, su padre viudo (Enzo Liberti), que posee en Roma un restaurante, le envía a un severo internado.
Crítica
Alvaro Vitali y una de sus películas como Pierino, en español Jaimito, el de los chistes…
Tan identificado se hizo Vitali fuera de Italia con Pierino/Jaimito, que muchas de sus películas, sin tener nada que ver con ese personaje, retomaban en español el nombre de Jaimito, casi siempre (como Pierino) portando gorro con borla, pantalón corto y jerseys chaleco.
La película es una cargante comedia “estudiantil” con continuo encadenado de chistes, la mayoría bastante malos, empleando principalmente el juego de palabras y la travesura tontorrona.
En una base de farsa hay algún absurdo en el humor físico, gestual, no faltando pedos, picardías varias ni momentos de enredo “amoroso”, con la oronda Nicoletta Piersanti encamelada con los encantos de Vitali, quien incluso se pelea en un ring de boxeo con el chaval más aplicado del internado.
Serena Grandi, la futura Miranda de Tinto Brass, aparece muy brevemente (y de espaldas) en una escena como criada del internado. Una pena no aprovecharla más en la trama.
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