Sinopsis
Emma Woodhouse es una joven inglesa, guapa e inteligente, de buena familia, que reside en su casa de Hartfield, ubicada cerca del pueblo de Highsbury.
Su principal afición es crear parejas aunque para ella misma no contempla el matrimonio.
Tras la boda de su institutriz con el señor Weston, el objetivo de Emma es emparejar a Harriet Smith, su nueva y dulce amiga, con el señor Elton, el vicario, aunque a ella parece gustarle un granjero llamado Robert Martin, despreciado por Emma.
Todo lo contrario sobre Martin piensa el señor Knightley, hermano de su cuñado, que valora su potencial como marido idóneo para Harriet.
El problema para la estrategia amorosa de Emma es que al señor Elton quien le gusta es la propia Emma.
Crítica
Jane Austen publicó en el año 1816 esta novela, “Emma”, una comedia romántica y de costumbres con enredos amorosos que sirve también a la autora inglesa para realizar observaciones sociales en tono irónico.
El libro, escrito en tercera persona omnisciente con un estilo libre indirecto, tiene como centro a la joven que titula el libro, una muchacha inteligente, atractiva, que se aburre en su vida ociosa, acomodada en entorno rural, y se dedica a ejercer de casamentera.
Tal propósito lleva a la historia a hacer confluir numerosos personajes de trato dispar.
Austen refleja en las peripecias de Emma las diferencias sociales e intelectuales, lógicas en un grupo de individuos maquinando por sus intereses.
También los valores y méritos que determinan el aprecio en una interacción social; las costumbres y chismes en una relación dinámica de vecindad y familia… con un progreso sin sorpresas de personaje, insoportable en su inicio, enfrentado a contradicciones en el desarrollo, y reflexivo en su final, con una conclusión previsible tras la insistencia de un retrato antagónico.
Se pondera la importancia del cambio y la determinación, en no caer en el prejuicio, en la importancia del hogar propio… destacando el fondo psicológico de los caracteres, motivado también por agradables ambientes y clima; y la capacidad para mantener, sobre una aparente calma narrativa, vivacidad en sus aventuras sentimentales, con visitas, reuniones, bailes…