Dirección: Brice Mack.
Intérpretes: Lisa Pelikan, Amy Johnston, Bert Convy, Jeff Corey, Louise Hoven.
Con guión de Kay Cousins Johnson.
Sinopsis
Jennifer Baylor (Lisa Pelikan), hija del propietario de una tienda de animales (Jeff Corey), es una joven becada en un instituto femenino al que acuden hijas de familias adineradas.
Jennifer, que posee un poder sobrenatural para dominar serpientes, recibe un acoso permanente por un grupo de compañeras lideradas por Sandra Tremayne (Amy Johnston), la hija del senador Tremayne (John Gavin).
Crítica
Después de trabajar como animador de la factoría disney, Brice Mack debutó como director a mediados de los años 70.
Una de sus pocas películas en esa tarea es este remedo flojo de “Carrie”, chica acosada en el centro escolar que, con poder paranormal, buscará venganza harta de tanta injusticia cometida en su persona.
No falta una figura familiar (en este caso el padre) como fanático religioso con constantes invocaciones bíblicas.
Las muchachas protagonistas, ya talluditas para edad de instituto, cumplen en su interpretación.
Lisa Pelikan aporta vulnerabilidad y Amy Johnston, en un estereotipo de “niña mala rica”, otorga presencia malvada y psicopática a sus acciones de acoso.
La película tiene momentos intensos, pero el retrato maniqueo del conflicto es demasiado simplón en una trama previsible con momentos de contexto discotequero (con cita incluida para John Travolta).
Dos conocidos intérpretes del cine clásico, Nina Foch, como directora del colegio, y John Gavin, como político padre de la “villana”, aparecen en papeles secundarios.
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