Dirección: Olivia Newman.
Intérpretes: Daisy Edgar Jones, Taylor John Smith, Harris Dickinson, David Strathairn.
Con guión de Lucy Alibar (“Bestias Del Sur Salvaje”).
Sinopsis
Año 1969.
En un lugar boscoso de Barkley Cove, Carolina del Norte, aparece muerto un joven llamado Chase Andrews (Harris Dickinson).
La principal sospechosa de la muerte es Kya Clark (Daisy Edgar Jones), una chica que se ha criado sola en los pantanos, que fue pareja de Chase y que es detenida poco tiempo después para ser juzgada por asesinato.
Crítica
Adaptación de la novela homónima de Delia Owens que contó con la producción de Reese Witherspoon.
La película, que podría incluirse en el gótico sureño, mezcla una historia de madurez con un misterio criminal.
En comparación con el libro de Owens, le falta profundidad psicológica, mayor presencia de la educación en soledad y en sinergia con la naturaleza con simbología de libertad y de armonía.
También podría ahondar más a fondo en el tema del prejuicio al diferente, y a la evolución cultural y emocional en supervivencia, lugar de víctimas y depredadores, espacio de lucha.
La trama del film, esquemática, con saltos temporales y de tibia intensidad, se vuelca en el triángulo romántico y en el entramado judicial con el giro en su término ligado a ese triángulo.
No obstante, respeta aspectos básicos del libro.
A la par hace lucir en planos generales, y sin lugar al esteticismo, el escenario pantanoso, y la actuación de la actriz principal, Daisy Edgar Jones, aunque no arrebata emocionalmente, resulta suficiente.