• Por Antonio Méndez

la-momia-boris-karloff-cartelDirección: Karl Freund.
Intérpretes: Boris Karloff, Zita Johann, David Manners, Edward Van Soan.

Con guión de John L. Balderston (“El Doctor Frankenstein”, “Drácula”).

Sinopsis

En el año 1921 una expedición del Museo Británico encuentra en Egipto una momia y un misterioso papiro que termina concediéndole la vida. Once años más tarde, en 1932, otra expedición parece haber fracasado en su intento de lograr algún vestigio de valía. Cuando están a punto de marcharse aparece en escena un extraño personaje llamado Ardath Bey (Boris Karloff), el antiguo Imhotep, un sacerdote del Antiguo Egipto que fue enterrado vivo por haber amado a la princesa Anck-es-en-Amon (Zita Johann).

Crítica

Karl Freund fue uno de los grandes fotógrafos de la historia del cine, pieza clave en importantes películas de gente como Fritz Lang, Tod Browning o F. W. Murnau. Su trabajo como director es escaso pero valioso, así lo manifiesta este clásico título de la Universal producido por Carl Laemmle, “La Momia”, en donde el mito egipcio alcanzó elevadas cotas de lirismo con su sentido etéreo y refinado de la narración, de la atmósfera hechizante y de la exhibición sugerente de un romanticismo mágico envuelto en sombras y misterio captado por una cámara templada, móvil, de desplazamientos elegantes.


la-momia-boris-karloff-fotosBoris Karloff vuelve a crear, tras su éxito anterior con “Frankenstein”, un personaje memorable, con su porte majestuoso, voz y ojos hipnóticos, que dentro de una índole mágica sabe humanizar los sentimientos de un monstruo implicado en una bella historia de amor prohibido, imposible, en donde para Freund y su guionista John L. Balderston es mucho más importante sugerir que mostrar. El estupendo trabajo en maquillaje, al igual que el film dirigido por Tod Browning, fue realizado por el legendario Jack Pierce.

Lamentablemente, uno de los mejores momentos del film, el interesante flashback transcurrido en el Antiguo Egipto, fue cortado en parte debido a la censura de la época.

Pese a ello el resultado es excelente, con momentos muy sugestivos, en especial los otorgados por la presencia magnética de Karloff (sin él la película perdería casi todo su poder letárgico), resultando ser uno de los mejores trabajos de Laemmle Jr. para la Universal dentro de su esencial ciclo de terror.

Una advertencia final para los amigos del cine-videoclip y acostumbrados a ritmo pachanga-MTV: manténganse alejados de esta cinta.

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Boris Karloff