Dirección: Alfredo Rizzo.
Intérpretes: Gioia Scola, Gabriele Ferzetti, Eleonora Giorgi, Giampiero Albertini.

Con guión de Mario De Rossa (“También La Carroña Tiene Un Precio”) y Alfredo Rizzo (“Pecados Carnales De Una Campesina”).

Sinopsis

Gregorio Lori (Gabriele Ferzetti) ha llegado a su nueva casa de Italia tras haber vivido en la ciudad suiza de Zurich.
Junto a él, está su mujer Anna (Eleonora Giorgi) y sus tres hijos, Pietro, Giacomo y Esther.
La familia Lori ha llegado al lugar después de que la justicia le haya dado la razón al haber comprobado la firma falsificada de un testamento que le había concedido la propiedad al alcalde previo, cuyo hijo, Francesco (Giampiero Albertini), despotrica contra los Lori por haberles despojado de lo que considera sus bienes.
Su hija adolescente, Rachele (Gioia Scola), gustosa de bañarse desnuda en el lago y pasearse por el bosque próximo, es testigo de esas quejas.

Crítica

Debut acreditado en el cine de la atractiva Gioia Scola, quien muestra su desnudez nadando en el lago antes de introducirse esta historia de aversión familiar, psicopatía adolescente y venganza.

La película utiliza claves de belleza pérfida en un plan de seducción y muerte en un ambiente natural, boscoso.
La trama es simple, los personajes son bastante planos, su desarrollo es previsible y su final, con la conciencia azotando una mente desequilibrada por el contexto, se resuelve demasiado rápido y de forma efectista.

La cinta se puede ver como una alegoría del peligro del adoctrinamiento en el resentimiento, en el rencor.
Cuidado con criar a los niños en el odio.