• Por Antonio Méndez

leyes-frontera-poster-sinopsisDirección: Daniel Monzón.
Intérpretes: Marcos Ruiz, Begoña Vargas, Chechu Salgado, Carlos Oviedo.

Con guión de Daniel Monzón (“El Niño”) y Jorge Guerricaechevarría (“Celda 211”).

Sinopsis

Nacho Cañas (Marcos Ruiz), un joven de diecisiete años de edad que colabora con el dueño de una sala de juegos, se hace amigo de un par de delincuentes, Tere (Begoña Vargas) y Zarco (Chechu Salgado), que le llaman Gafitas, y se adentra en el mundo criminal.

Crítica



leyes-frontera-critica-fotosDaniel Monzón y su particular homenaje al cine quinqui de los años 70 y 80.
Adaptando una novela de Javier Cercas, Monzón lleva a un joven apocado de clase media a inmiscuirse en las actividades criminales de delincuentes juveniles.

El verismo, la crudeza naturalista destilada por el cine quinqui de Eloy de la Iglesia, de José Antonio de la Loma, incluso de alguna obra de Iquino, se convierte en impostura de época, con iconografía y clichés del período, además de trazos básicos del contexto, que si la transición política o la muerte sospechosa de Juan Pablo I.


No falta el Seat 124 o el Simca 1200, la máquina “de bolas” (pinball), los sonidos aflamencados o la marcha turbia en época discotequera, con bailoteos en plan Travolta del “Let’s All Chant” de la Michael Zager Band, Las Grecas o Los Canarios.

La historia está contada en flashback con una evocación de gran recuerdo juvenil, de un momento clave en la vida del protagonista.

Más que en profundización psicológica, en conflictos sociales que vayan más allá de lo esperado en planteamientos con escenarios similares, en desarrollo de un complejo proceso policial-criminal, la película se vuelca en la acción (un tanto rutinaria) y en el aspecto romántico, en el esfuerzo por dotar de fuerza a las caracterizaciones.
Se queda escaso, ya que las peripecias de iniciación en “lo quinqui” no sobrepasan el lugar común, al igual que su grupo de personajes y las cuitas triviales de ligoteo y familia.