LEE MIS LABIOS (2001)
Director: Jacques Audiard.
Intérpretes: Vincent Cassel, Emmanuelle Devos, Olivier Gourmet, Oliver Perrier.
Carla (Emmanuelle Devos) es una mujer que sufre de sordera, algo que puede
subsanar gracias a un audífono, y que le ha permitido desarrollar la
capacidad de leer los labios a la gente. En la empresa que trabaja se ve
obligada a hacer trabajos de poca monta y a sufrir el desdén de varios de
sus compañeros. Un día cambiará su situación con la llegada a la empresa de
Paul (Vincent Cassel), un ex-convicto que busca reinsertarse en sociedad.
Entre ambos acabará surgiendo la complicidad, lo que les llevará a ayudarse
mutuamente para desquitarse de aquellos que les quieren mal.
“Lee mis labios” es una película francesa que llegó a nuestro país con años
de retraso respecto a su estreno en el país vecino. Además sufrió la misma
suerte que muchos films europeos, es decir, estreno de tapadillo y rápida
retirada de cartel. Sin embargo creo que se puede agradecer que haya llegado
a estrenarse, pues sabido es que por estos lares nunca llega a verse gran
parte del cine galo, pero eso es otra historia.
El director de la función es Jacques Audiard, alguien ignoto en nuestro
país, y que dirigió con anterioridad “Un héroe muy discreto” y fue guionista
de “Venus, salón de belleza”. En su nueva película, Audiard propone una
mixtura entre drama de personajes marginales y cine negro, que desarrolla en
las dos mitades de la cinta. En la primera parte podemos presenciar la vida
cotidiana de Carla, una mujer no muy vistosa físicamente, que tiene que
apañárselas como puede para disimular la sordera en su entorno laboral y que
decide apagar su audífono en las comidas para no tener que oir las
intrascedentes conversaciones de sus compañeros. Por su parte, Paul es un
hombre primitivo, noble pero rudo, que creerá encontrar en Carla el
complemento necesario para encarrilar su vida, ya que usará su inteligencia
y su capacidad para salir airoso del lío en el que anda metido con unos
mafiosos, y que será el desencadenante de lo que sucederá en la segunda
parte.
Hay que reconocer que resulta más interesante el primer tramo, en el que se
presentan a los protagonistas y sus contradicciones, que el segundo en el
que podemos ver las habituales convenciones del cine con dinero y mafiosos
de por medio. Sin embargo, el interés por la película nunca decae porque el
director sabe hilvanar con brío la historia. Si que se le puede reprochar la
existencia de alguna que otra subtrama (la del inspector de la condicional y
su mujer, o los ligues de una amiga de Carla) que no parece venir mucho a
cuento respecto a lo que se narra.
Con todo esto lo queda es una sutil historia de amor de las buenas, de
aquellas en las que el espectador desea que se consume y no que se la metan
de forma artificiosa y previsible, con elementos de “thriller”. Las
interpretaciones de Cassel y Devos resultan muy trabajadas y ajustadas con
sus personajes, dando la dimensión precisa a los roles contrapuestos que se
acaban atrayendo. La banda sonora es excelente y la fotografía se antoja muy
sugerente y denotativa. De este modo, el resultado es una película muy
recomendable que cualquiera que esté interesado puede recuperar en las
estanterías de los videoclubs.David García
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