Dirección: Hugo del Carril.
Intérpretes: Hugo del Carril, Laura Hidalgo, Gloria Ferrandiz, Pedro Laxalt.
Con guión de Eduardo Borrás (“El Infierno Verde”).
Sinopsis
Fernando de Arellana (Hugo del Carill) es un hombre adinerado que está locamente enamorado de Blanca (Laura Hidalgo), su mujer, con la que vive en felicidad constante a pesar de que Fernando desconoce que su esposa ha sido diagnosticada con una enfermedad terminal.
Cuando Blanca fallece, Fernando cae en depresión. Su primo Álvaro (Pedro Laxalt) le aconseja que haga un viaje. En ese viaje conoce a una mujer, Mónica (Laura Hidalgo), que trabaja en un espectáculo de lanzamiento de cuchillos y que se parece mucho a la fallecida Blanca. Fernando quiere conocerla…
Crítica
Dos estrellas del cine argentino de los años 50, Hugo del Carril y Laura Hidalgo, protagonizaron este melodrama que adaptó la obra “Brujas, La Muerta” de Georges Rodenbach.
El film enlaza tragedia y amor, pasión y enfermedad.
Parte de una historia de gran amor, feliz, ideal, truncada por la muerte, y prosigue con un vínculo de choque de clases, progresivamente enfermizo, puesto en escena por Carril con efectividad y estilo.
Laura Hidalgo, una de las actrices más bellas del período en Argentina (de origen rumano), está creíble en un doble papel de psicologías y maneras enfrentadas, y Hugo del Carril cumple como hombre atrapado de forma obsesiva en el recuerdo.
Los secundarios, en especial los criados, aportan matices al conflicto.
Estéticamente, utiliza claroscuros, contrastes lumínicos y posicionamientos de cámara que acentúan el creciente estar y malestar de una “intrusa” en la posición de “otra”.
En su temática, además de la raíz en Rodebach, el film recuerda a Alfred Hitchcock en modo romántico, sea vía Daphne de Maurier en “Rebeca” (anterior a esta película) o vía Pierre Bolieau en “Vértigo (De Entre Los Muertos”) (posterior).
Una película de mérito.
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