Dirección: Joe Carnahan.
Intérpretes: Frank Grillo, Mel Gibson, Naomi Watts, Michelle Yeoh.
Con guión de Joe Carnahan (“Infierno Blanco”), Chris Borey (“Open Grave”) y Eddie Borey (“Deadly Beloved”).
Sinopsis
Roy Pulver (Frank Grillo), un exmilitar de los Delta Force, se encuentra atrapado en un bucle temporal perseguido por criminales muy diversos.
Desconcertado ante esta extraña situación, Pulver intenta contactar con su novia, Jemma Wells (Naomi Watts), con la que ha tenido un hijo. Su llamada es respondida por un misterioso personaje, Ventor (Mel Gibson), quien afirma que Jemma está muerta. ¿Qué está pasando?
Crítica
Al estilo de “Feliz Día De Tu Muerte”, el personaje central de esta cinta muere y vuelve a revivir una rutina diaria con el objetivo de intentar detener el letal bucle temporal.
En este caso es Frank Grillo, perfecto en su tipo duro, cínico, de antihéroe en situación kafkiana con explotación pulp-noir, mucho humor negro suavizando su múltiple violencia, y base de videojuego de plataformas con vínculo forzado con la mitología egipcia.
El film, conocido también como “Un Día Más Para Morir”, no está mal, revelándose todo el embrollo como una alegoría sobre la persistencia en el intento para conseguir un objetivo, y sobre la asunción de responsabilidades.
Resulta entretenido, el misterio tiene su intríngulis, hay un catálogo peculiar de personajes, y Grillo, narrando su historia con voz en off, aporta carisma y desenfado al protagonista.
Sin embargo, Mel Gibson está infrautilizado en un personaje al que se le podría sacar mayor jugo, la trama es un macguffin para desarrollar su modo videojuego, y su ardid temporal termina devorado por el artificio redundante, con un flojo final abierto.
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