• Por Antonio Méndez

munecos infernales poster criticaDirección: Tod Browning.
Intérpretes: Lionel Barrymore, Maureen O’Sullivan, Rafaela Ottiano, Robert Greig.

Con guión de Eric von Stroheim (“Tánger”), Guy Endore (“La Marca Del Vampiro”) y Garrett Fort (“La Hija De Drácula”).

Sinopsis

Isla del Diablo.
Paul Lavond (Lionel Barrymore), un banquero de París traicionado por tres de sus socios, escapa de prisión junto a Marcel (Henry B. Walthall), un científico que, con la ayuda de su mujer, Malita (Rafaela Ottiano), ha logrado reducir a seres vivos.
Marcel muere, y Lavond decide utilizar el descubrimiento de Marcel y Malita para vengarse.

Crítica




Tod Browning creó esta historia inspirada en una novela de Abraham Merritt, titulada en español “¡Arde, Bruja, Arde!”, que contó con Eric von Stroheim como colaborador en el guión.

El film tiene un comienzo de interés, con la fuga de la cárcel de Lionel Barrymore y Henry B. Walthall en la Isla del Diablo, que les conduce a una casa aislada en donde se muestra la megalomanía del segundo, un científico que, con la colaboración de su esposa, ha logrado en su laboratorio reducir a perros… y a la mujer que les asiste, la rubia Grace Ford.
Tono intrigante, siniestro, con efectos especiales irregulares (algunos caducos, otros que se mantienen bien) pero con interés por el devenir de la trama.




munecos-infernales-devil-doll-rafaela-ottiano-criticaMás tarde, con la acción en la ciudad de París, el film se centra en un plan de venganza por parte de un Lionel Barrymore disfrazado de viejecita.
El film, con claves de resarcimiento, científico loco (en este caso un matrimonio), falsa identidad, falso culpable y control mental, se vuelve previsible, con una relación paterno-filial de escasa profundidad más allá de un trivial sentimentalismo en la que participa una desaprovechada Maureen O’Sullivan.

Lo más reseñable del film, además del buen trabajo en el montaje por parte de Fredrick Y. Smith y la dirección artística de Cedric Gibbons, es la estupenda secuencia de una empequeñecida Grace Ford para, ordenada por Barrymore, “molestar” el dormir de Rogert Greig.
También es plausible la interpretación de Rafaela Ottiano, mujer del megalómano Walthall que es más conocida por el cinéfilo por su participación junto a Greta Garbo en “Gran Hotel”.

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Lionel Barrymore
Maureen O’Sullivan




Paul Lavond (Lionel Barrymore) huye de la isla del Diablo, donde fue prisionero durante diecisiete años como consecuencia de un delito que no cometió.
Junto a él se fuga Marcel (Henry B. Walthall), un científico loco que desea proseguir con sus experimentos y que cuenta con la ayuda de su esposa Malita (Rafaela Ottiano). Paul hará uso de los descubrimientos científicos de Marcel para vengarse de aquellos que causaron su encierro.

the devil doll fotosNotable título fantástico que mezcla con éxito el terror, la trama policial y el melodrama.
Tod Browning, director de clásicos como “Garras humanas” (1927), “Drácula” (1931) o “La Parada De Los Monstruos” (1932) vuelve a poner de manifiesto su gusto por el disfraz y las rarezas físicas, valiéndose en este caso de seres humanos miniaturizados y carentes de voluntad.
Los efectos especiales están realmente logrados para la época, gracias a la utilización de la doble exposición del filme y a la construcción de decorados gigantes por parte de Cedric Gibbons.

La película cuenta con una excepcional performance de Lionel Barrymore, quien bajo la apariencia de una viejecita que ostenta una tienda de juguetes en París, causará estragos entre sus antiguos socios.
Las criaturas miniaturizadas, a las que controla mentalmente, serán el medio que le sirva para ejecutar su venganza y limpiar su nombre.




devil doll erviewLos actos delictivos de Lavond están justificados, puesto que nacen de la ira producida por haber sido alejado cruelmente de sus seres queridos. Sin embargo, esos mismos actos se convertirán en una losa pesada sobre su conciencia, que ahora sí es culpable, apartándolo definitivamente de aquello que quería recuperar.
Además de Barrymore, en la labor interpretativa también hay que destacar la extraña presencia de una Rafaela Ottiano coja, loca y con un enorme mechón blanco en el pelo así como a Maureen =’´Sullivan, la “compañera de Tarzán”, que hace aquí de la amargada y lacrimógena hija de Paul.

Una vez visionado el filme, las secuencias que más se recuerdan son aquellas en las que los pequeños seres humanos llevan a cabo la voluntad vengativa de Paul. Como esa en la que la “muñeca Lachna” roba las joyas de la esposa de uno de los enemigos de Lavond en su propio dormitorio, aprovechándose de la oscuridad y el silencio de la noche.

Ricardo Pérez

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