Dirección: Lee Tamahori.
Intérpretes: Nicolas Cage, Julianne Moore, Jessica Biel, Thomas Kretschmann.
Película basada en un texto de Philip K. Dick. Con guión de Paul Bernbaum (“Hollywoodland”, “Acampa Como Puedas”), Gary Goldman (“Desafío Total”, “Golpe En La Pequeña China”) y Jonathan Hensleigh (“Armageddon”, “Jumanji”).
Sinopsis
Un mago de Las Vegas llamado Chris Johnson (Nicolas Cage), que actúa con el nombre artístico de Frank Cadillac, posee un don para visionar el futuro.
Esta habilidad extrasensorial intentará ser aprovechada por el FBI para que evite un ataque terrorista.
La agente Callie Ferris (Julianne Moore) será la encargada de intentar convencer a Johnson de que colabore con los agentes federales.
Crítica
Adaptación del relato “El Hombre Dorado” de Philip K. Dick, uno de los autores literarios de ciencia-ficción más importantes que ha dado los Estados Unidos.
La historia en la que se basa el guión fue escrita en los años 50 y apareció publicada originalmente en la revista If.
Dirigida por Lee Tamahori, esta presunta versión cinematográfica del texto citado parece más que una adaptación del autor de “¿Sueñan Los Androides Con Ovejas Eléctricas?” una especie de insulsa mezcla entre “Deja Vu” y “El Fugitivo”, pudiendo y debiendo borrar a Dick de los créditos, ya que poco o nada tiene que ver con su texto del mutante dorado, y el pobre Philip ya lleva mucho tiempo fiambre para defenderse personalmente tras ver el desaguisado.
Principiado en Las Vegas con el sonido de la más o menos reciente mezcla pachanga del “A Little Less Conversation” de Elvis Presley, el film nos introduce a un mago con capacidad para ver su futuro dos minutos antes de que suceda.
Tras una más o menos lograda secuencia de tensión en un casino, la película asienta su desarrollo en una persecución y acoso a dos bandas, con el añadido de un forzado interés romántico que sirve para exhibir el grato físico de Jessica Biel en una relación de escasa chispa con Nicolas Cage, a la par que para mostrar en su aspecto más lúdico las habilidades paranormales y mágicas del personaje central.
La historia contrarreloj resulta poco creíble, las motivaciones confusas, el don de visión futura arbitrario y posiblemente discutible en el aspecto de paradoja temporal, los personajes planos, con villanos que no sugieren ningún tipo de amenaza, el proceder protector demasiado expeditivo, el romance precipitado, y el estilo con cámara rápida puntual sin sentido de atmósfera más allá del refinamiento estético.
También la película posee en los cacharros que le colocan a Nicolas Cage (y en la dirección arbitraria y gubernamental del personaje sometido a los mismos) referencia a “La Naranja Mecánica” de Anthony Burgess (adaptada por Stanley Kubrick), contiene en su reparto a Peter “Colombo” Falk (que aparece de forma muy breve), y muestran imágenes televisivas del “Teléfono Rojo, Volamos Hacia Moscú” (también de Kubrick).
La culminación del despipote es el término anticlimático tras el giro final, un tanto bochornoso tras todo el barullo previo.
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