Dirección: Elizabeth Banks.
Intérpretes: Keri Russell, O’Shea Jackson, Alden Ehrenreich, Ray Liotta.
Con guión de Jimmy Warden (“The Babysitter: Killer Queen”).
Sinopsis
Año 1985.
Un cargamento de cocaína ha caído en un parque nacional del estado de Georgia.
Un oso negro termina comiendo parte de la cocaína, lo que acrecienta su ferocidad y el ataque a la gente del lugar, entre ellos dos enviados por un narcotraficante de Misuri, Syd White (Ray Liotta), para recuperar el cargamento: Daveed (O’Shea Jackson) y Eddie (Alden Ehrenreich), el hijo de Syd.
Crítica
Elizabeth Banks en modo drugsploitation sirviéndose de hechos reales.
La película reúne personajes dispares: un par de niños que se saltan las clases, la preocupada madre enfermera, unos macarras de quinta, traficantes varios, guardabosques y policías, todos ellos en un escenario natural agitado por un oso agresivo a causa del consumo de coca.
La idea, partiendo de la explotación psicotrópica citada como eje de su alteración/terror natural, es crear humor negro con gore, aunque hay más de este último que de comedia, teniendo como mensaje de fondo el “cuidado con las drogas” en una mezcla entre Steven Spielberg, la serie B 70s/80s, los hermanos Coen y las cintas de Cheech y Chong.
No está mal el efecto cómico de alguna disonancia (Depeche Mode que “no tienen suficiente” sonando en una de las mejores secuencias de humor negro), su ligereza en el ritmo y algunas caracterizaciones chuscas.
Eso sí, el CGI del oso, en momentos, debería ser mejorado.
La película se conoce también como:
“Oso Intoxicado”
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