Dirección: Michael Fischa.
Intérpretes: William Bumiller, Brenda Bakke, Merritt Butrick, Robert Lipton.
Con guión de James Bartruff y Mitch Paradise.
Sinopsis
Michael Evans (William Bumiller) dirige un gimnasio en California dotado de un sofisticado sistema informático como control de sus instalaciones.
Una noche, Laura Danvers (Brenda Bakke), sufre en la sauna un accidente al filtrarse vapor de cloro. Más tarde se suceden extraños fenómenos parece que ligados a la fallecida esposa de Evans, quien se suicidó quemándose en su silla de ruedas.
Crítica
Explotación de serie B que se sirve del culto al cuerpo impulsado en los años 80 para crear un “terror en el gimnasio” con un batiburrillo de ideas: situaciones paranormales con posesión, venganza, corrupción empresarial, el peligro del exceso tecnológico que altera un lugar de ocio en donde no falta el aerobic con calentadores, el ligoteo entre pesas o el ardiente solarium…
La película utiliza el humor negro y acrecienta la sangre y mondongos en el tramo final, con fiesta de disfraces incluida como fondo del splatter.
Música de sintetizadores y canciones pop de nueva ola para una cinta barata pero que entretendrá a los degustadores del trash 80s.
Se conoce también como:
“El Spa De La Muerte”
“Spa Diabólico”