Dirección: Paul McGuigan.
Intérpretes: Chris Evans, Dakota Fanning, Camilla Belle, Djimon Hounsou.
Con guión de David Bourla (“Nostradamus”, “Larceny”).
Sinopsis
Una agencia gubernamental secreta administra una peligrosa droga que transforma genéticamente a sus consumidores.
Su intención es crear ejército de poderosos guerreros con facultades paranormales.
Un joven fugitivo llamado Nick Gant (Chris Evans) intentará combatir la agencia después del asesinato de su padre.
Crítica
Primera incursión dentro del género de ciencia-ficción del escocés Paul McGuigan, responsable de películas como “El Caso Slevin” o “El Misterio De Wells”, que aquí parece mezclar de forma paranoica el aspecto distópico-lujoso del “Blade Runner” de Ridley Scott con las facultades personales de “X-Men” y un spot publicitario en plan “vive la noche loca asiática”.
La paranoia se transforma en agobio con tanto plano corto, abuso de cámara mareante y desconcierto narrativo.
Los diálogos se limitan a lo básico en una película no muda, y la trama se complica de forma artificial con el manido tema de rebeldía ante la opresión gubernamental con tratamiento sombrío-esteticista.
La película tiene nervio, quiere transmitir urgencia con trazos alucinatorios en las acciones de sus personajes, pero éstos son tan planos y la cámara tan pelma que sus objetivos terminan desinteresando desde los primeros minutos, ya que McGuigan está mucho más preocupado del estilo que de elementos más importantes.
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