Dirección: Woody Allen.
Intérpretes: Scarlett Johansson, Hugh Jackman, Woody Allen, Ian McShane.
Con guión de Woody Allen (“Manhattan”).
Sinopsis
De visita a unos amigos en la ciudad de Londres, una estudiante estadounidense de periodismo llamada Sondra Pransky (Scarlett Johansson) sufre un fantástico episodio mientras forma parte de un número de magia con Sid “Splendini” Waterman (Woody Allen): un fantasma le revela que Peter Lyman (Hugh Jackman), el atractivo hijo de un adinerado aristócrata británico, es el asesino en serie que está causando el terror en la capital inglesa con el apodo de “El Asesino del Tarot”.
Crítica
Segunda colaboración con ambiente inglés entre Scarlett Johansson y el prolífico Woody Allen, quien en esta ocasión ofrece un refrito de personajes, situaciones y ambientes ya manifestados con anterioridad en su filmografía, repetición de tics humorísticos y una historia cómica con intriga criminal de baja estofa.
Si esta misma película fuera firmada por gente como Michael Ritchie, Howard Zieff o Ivan Reitman no tendría la más mínima repercusión.
A pesar de sus flaquezas manifiestas, esta comedia fantástica de misterio no deja de ser un título escrito por un Allen que, con ligereza y en ocasiones puntuales, retiene destellos de su inventiva en la creación cómica, con resonancias propias de películas como “Alice”, “La Última Noche De Boris Grushenko”, “Misterioso Asesinato En Manhattan” o la reciente, con vinculación mágica, “La Maldición Del Escorpión De Jade”.
Pero la película va más allá de sus propias reminiscencias (ya nutridas por gente como sus adorados hermanos Marx y Bob Hope) y recoge influencia de títulos clásicos, entre ellos las películas de Nick y Nora Charles de la serie “Thin Man”, con los inolvidables y siempre elegantes Myrna Loy y William Powell.
Tambien de las patosas peripecias de Cosmo Topper (con el memorable Roland Young) en la serie de recomendables comedias fantástico-misteriosas producidas por Hal Roach en original como “Topper” (¡qué divertidas “Una Pareja Invisible” o “La Mujer Fantasma”!) e incluso también de las andanzas torpe-detectivescas en las que en ocasiones se veían involucrados, partiendo de un hecho casual/fortuito como es este caso, la disímil pareja Abbott y Costello.
Estas ascendencias (la de “La Cena De Los Acusados (Thin Man)” manifiesta por el propio autor), las atractivas presencias estelares llevadas a cabo con un tono despreocupado, y su capacidad innata para la creación de frases, diálogos de empaque cómico (aquí un tanto anoréxico) y personajes entre neuróticos y caricaturescos que aportan vivacidad a la menesterosa trama, redimen a la película de su impronta menor.
Fichas En AlohaCriticón