• Por AlohaCriticón

seven times luckyDirector: Gary Yates.
Intérpretes: Kevin Pollak, Liane Ballaban, Jonas Chernick, James Tolkan.


Harlan (Kevin Pollak), además de corredor de apuestas, trabaja para Eddie (Babs Chula) en el mercado negro de joyas y otras piezas valiosas.
En los últimos tiempos, Harlan se ha compinchado con Fiona (Liane Balaban) para perpetrar pequeños timos.
Con la proximidad de las fiestas navideñas y conocedores de una gran compra que va a efectuar Eddie, deciden intervenir para dar el gran golpe.




Muchas coincidencias se pueden encontrar entre esta película canadiense que llega a nuestras pantallas dirigida por Gary Yates, y la argentina “Nueve Reinas” (2000) de Fabián Bielinsky.

Por citar algunas de ellas: en ambas la dirección y el guión son creación de la misma persona; son la ópera prima de sus respectivos directores en el campo del largometraje; se centran en el submundo del timo; han sido galardonadas de forma reiterada (el género del “gato por liebre” suele ser muy agradecido en el séptimo arte); y, por detallar aún más, en el título se incluye un guarismo.

No obstante, lo que hay que reseñar son sus diferencias que, al fin y al cabo, son realmente las que marcan la autoría y, a mi modo de ver, decantan la balanza del lado sudamericano.


“Seven Times Lucky” se aproxima, aunque no llegue a adentrarse del todo, al cine negro.
Adicionalmente a la atmósfera rufianesca, la presencia de la noche en la mayor parte de las acciones y el predominio de la oscuridad en la fotografía (buen trabajo de Steve Cosens) así lo confirman. Nada que ver, en este sentido, con el desarrollo diurno de la trama en la cinta argentina y en la que el contexto y caracterización de los personajes es mucho menos estereotipado.

Pero vamos al meollo de la argumentación, que en una producción de este tipo se localiza, como no podía ser de otra manera en el guión. Yates nos desvela, desde un primer momento, las fidelidades e infidelidades sucesivas de los compañeros de faena en los distintos engaños, lo que obliga al espectador a un esfuerzo adicional y a desconfiar de lo narrado en algunas secuencias, causándole cierta confusión a la hora de enlazar el relato.
Por el contrario, esto no le sucede al filme de Bielinsky, en donde se sigue el relato de forma más lineal, ya que no es hasta el final donde se descubre el pastel y nos percatamos de toda la trama.

Para finalizar y cerrando el círculo abierto al principio, volvamos a los puntos en común: en los dos títulos el plantel de intérpretes no desmerecen en absoluto. En “Nueve Reinas” destacaba la pareja protagonista, Ricardo Darín y Gastón Pauls, dentro de los espléndidos actores que configuraban el reparto. Del buen elenco de “Seven Times Lucky” destaca el magnífico trabajo de Kevin Pollak (“Sospechosos Habituales” (1995) de Bryan Singer o “Casino” (1995) de Martin Scorsese), quien extrae sus excelentes dotes dramáticas para representar de manera muy solvente el papel estelar.

Alberto Alcázar