Dirección: Colin Struse y Greg Strause.
Intérpretes: Eric Balfour, Brittany Daniel, Scottie Thompson, Crystal Reed.
Con guión de Joshua Cordes y Liam O’Donnell. Con producción de Brett Ratner.
Sinopsis
Después de una noche de fiesta en la ciudad de Los Angeles, unos amigos son despertados por una extraña y potente luz proveniente del cielo. Es el inicio de un ataque extraterrestre que pondrá en peligro la supervivencia del ser humano en la Tierra.
Crítica
Película de los hermanos Colin y Greg Strause, especialistas en efectos visuales (trabajaron en “Avatar”, “300”, varias películas de “X-Men”) que demuestran que una cosa es ser técnico especializado y otra cosa es ser director. Para hacer cine sobre todo hay que tener algo que contar, saber cómo contarlo y tener talento para crear historias y personajes. Para lo demás, formulismo, derivación, rutina, ya tenemos la televisión que es más barato.
El film de los Crouse es una situación de supervivencia con invasión alienígena que busca, con apariencia de serie B, remedar estrépitos multimillonarios previos de gente con más competitividad para el espectáculo (hasta la fecha) como Roland Emmerich o Jerry Bruckheimer. Incluso en su aspecto de monster movie posee guiños a la entrañable y muy entretenida ciencia-ficción de los años 50.
Posee un tono urgente-melodramático en ambiente apocalíptico deja vu, una trama elemental, sin fondo y arbitraria, diálogos básicos, actores televisivos, música lacrimosa en ocasiones intrusiva y griteríos que no impiden el letargo en la mayoría de su metraje. Los últimos cinco minutos, en donde por lo menos intentan cerrar la historia con cierta singularidad, es lo más salvable de esta película.
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