Dirección: Brian Andrew Mendoza.
Intérpretes: Jason Momoa, Isabela Merced, Justin Bartha, Manuel García-Rulfo.
Con guión de Gregg Hurwitz (“El Libro Secreto De Henry”) y Philip Eisner (“Crónicas Mutantes”).
Sinopsis
Ray Cooper (Jason Momoa) ha perdido a su mujer, Amanda (Adria Arjona), después de que una gran farmacéutica, BioPrime, no pusiera a la venta una droga experimental que pudo curar su enfermedad.
Pasado el tiempo, Ray, junto a su hija adolescente Rachel (Isabela Merced), busca venganza.
Crítica
Película con Jason Momoa e Isabela Merced (acreditada antes como Isabela Moner) sufriendo un contubernio de corrupción político-farmacéutica.
La historia parte de un hecho usual para generar odio y venganza: una vida feliz familiar, estable, con ilusiones, truncada por la mala suerte, el poder, el crimen, o el vínculo entre todos ellos, como es el caso.
No está mal crear una trama de individuo en busca de justicia contra el poder corrupto, plutócrata, lleno de falsedades e hipocresías, agitándola con una fuga y persecución en familia.
Sin embargo, la historia, partiendo de un flashback, necesitaría más consistencia y menos clichés, mezclando elementos de serie B en personajes y motivos, acción inverosímil (el último acto es de risa) y sentimentalismo básico.
Se hace larga y aburrida.
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