TERMINATOR 3. LA REBELIÓN DE LAS MÁQUINAS (2003) Director: Jonathan Mostow
Intérpretes: Arnold Schwarzenegger, Nick Stahl, Claire Danes, Kristanna Loken.
John Connor (Nick Stahl), que intenta no dejar pistas sobre su paradero o identidad, tendrá que sufrir la amenaza de T-X (Kristanna Loken), un poderoso cyborg femenino creado por Skynet que también busca la muerte de la veterinaria Kate Brewster (Claire Danes).
El encargado de intentar evitar estos aviesos objetivos será Terminator (Arnold Schwarzenegger).
Tercera entrega del cyborg que consiguió elevar al estrellato al fornido austríaco después de pasearse con el torso desnudo por las calles neyorquinas disfrazado de Hércules y alcanzar la fama como Conan el Bárbaro. Menos conseguida que sus antecesoras pero no desdeñable a pesar de resultar inferior a las firmadas por el “¿quién sabe dónde?” James Cameron. Terminator 3 despliega unos iterativos efectos especiales y reitera las constantes de acción halladas en los dos títulos anteriores, manejadas con presteza y ritmo por ese artesano llamado Jonathan Mostow, quien trata de manera aceptable los resortes del suspense y la tensión, sin olvidar agradecidos resortes de humor, algunos de corte paródico, y un tenue miramiento emocional a sus caracteres, ofertando un entretenimiento de poca enjundia en un guión escaso pero nada pretencioso, que conexiona con eficacia los personajes de la serie.
Junto al impávido Arnold Schwarzenegger destaca la belleza de Kristanna Loken, rubia actriz vista junto a la exuberante Nikki Cox en la serie televisiva “Infelices para siempre”, quien añade un atractivo contrapunto femenino en esta disputa por la salvaguarda del hombre, con un líder mesiánico como libertador contra la revuelta de las máquinas, asunto manido y clásico en todo tipo de expresión cultural de ciencia-ficción, siempre negativa cuando elucubra sobre el devenir del género humano.
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Pues finalmente llega a las pantallas la tercera entrega de la saga
“Terminator”, despues de manosear el proyecto ostensiblemente, tras la
renuncia de James Cameron (que parece estar mejor sin dar palo al agua
despues del megaéxito de “Titanic”), y con la duda de si Schwarzenegger
aceptaría protagonizar una nueva entrega de las andanzas del cyborg venido
del futuro. Finalmente, toda vez que los productores Mario Kassar y Andrew
Vajna, recuperaron los derechos del personaje, tras capear la bancarrota de
su productora Carolco (que produjo éxitos como “Desafío total” o “Instinto
Básico”, pero que se fue a pique tras el monumental fracaso de la infecta
“La isla de las cabezas cortadas”), crearon una productora nueva, C2, y
pusieron en marcha el largometraje. El director elegido fue Jonathan Mostow,
autor de “Breakdown” y “U-571”, es decir un realizador solvente que pudiera
llevar la película a buen puerto sin dar muchos quebraderos de cabeza a los
productores, y la verdad es que lo consigue.
En esta ocasión, la acción se desarrolla 10 años después que la segunda
parte. John Connor (Nick Stahl) es ahora un joven inadaptado que vive sin
dar huellas de su presencia en la sociedad, por temor a que los robots
provenientes del futuro lo encuentren para matarle, hasta que un día es
enviada una TX o “Terminatrix” (Kristanna Loken) con el propósito de
eliminar a Connor y sus colaboradores en una próxima guerra entre humanos y
máquinas. Es entonces cuando aparece en escena Terminator (Schwarzenegger)
para proteger a Connor y a Kate Brewster (Claire Danes),una joven que se ve
implicada por accidente en el suceso, cuyo padre el general Brewster (David
Andrews) tendrá mucho que ver en la consumación o no del juicio final.
Con esta película sucede como con la tercera parte de “El Padrino”, son
buenas películas pero que no llegan al nivel de sus predecesoras. No se le
puede negar a Mostow que ha sabido crear un entretenimiento más que digno,
con espectaculares escenas de acción, como en la que en una persecución
entre Connor, la TX y Terminator destroza media ciudad de Los Angeles, con
coches de policía, de bomberos y grúas de por medio. Esta escena compite con
la persecución de “Matrix Reloaded” a la más espectacular del año (o de los
últimos años). También son de agradecer los toques de humor insertados en la
historia, la mayoría de ellos debidos al Terminator (como cuando esta
consiguiendo provisiones en una gasolinera o cuando va a un club de
striptease para conseguir su ropa),sin olvidar la pelea en el baño entre el
Terminator y la TX, que arrancará la carcajada a más de uno.
Lo irónico es que Schwarzenegger vuelva a resultar convincente en un papel
que exige escasas habilidades dramáticas, en el que no se necesita cambiar
el gesto en ningún momento, pero ya se sabe que el austriaco nunca se ha
caracterizado por su dominio del método Stanislavsky, de cualquier modo esta
es su mejor película desde “Mentiras arriesgadas”, y ya ha llovido bastante
desde entonces. No menos convincente resulta la desconocida Kristanna Loken,
capaz de mostrarse peligrosa y atrayente al mismo tiempo (aunque con ese
cuerpo, como para no), a la que no se le estropea el moño ante los más
violentos ataques que pueda sufrir. Nick Stahl y Claire Danes (superando la
fobia que causaba a mucha gente como estrella adolescente) cumplen en sus
papeles, aunque resultan un poco más sosos que los androides.
Lo más seguro es que veamos una nueva entrega de la serie si esta funciona
bien en taquilla, ya que el final se presta a la continuación, pese a lo que
pueda parecer. De todos modos, queda claro que esta tercera parte no
desmerece a lo que hizo Cameron en las dos primeras partes, además sale
ganando que ya no aparezca el personaje de la siempre estomagante Linda
Hamilton (al menos para mí) como madre de John Connor. Entretenimiento
bastante más sólido que las “molonas” ” A todo gas” y “Los ángeles de
Charlie”.
David García
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