Dirección: Peter Sullivan.
Intérpretes: Nia Long, Omar Epps, Stephen Bishop, Maya Stojan.

Con guión de Rasheeda Gardner y Peter Sullivan (“Secret Obsession”).

Sinopsis

Ellie Warren (Nia Long) es una abogada de San Francisco que ha adquirido una casa junto a la playa, en donde pretende que su matrimonio con Marcus (Stephen Bishop), un arquitecto, retome la pasión tras un período de enfriamiento.
Todo va bien para la pareja, cuya hija Brittany (Aubrey Cleland) se encuentra estudiando en Berkeley, hasta que Ellie se reencuentra en su bufete con un antiguo compañero de universidad, David Hammond (Omar Epps), un abogado y hacker con el que una noche, en una discoteca, tiene un flirteo.
Arrepentida, Ellie decide no volver a darle pie a David, y más cuando este último no para de acosarla con mensajes y llamadas.

Crítica




Película con triángulo amoroso con reencuentro y el personaje desequilibrado, tópico, que altera la aparente vida perfecta del matrimonio protagonista.

El film, de grata localización californiana, maneja lugares comunes de telefilm de sobremesa con una mujer amenazada como centro y una creciente obsesión por parte de un amante despechado y traumatizado por una relación previa.




La trama, motivos, desarrollo y resolución, son previsibles, formulistas dentro del thriller de serie B.
Su inicio, tras un epílogo, es pasable dentro de lo básico y genérico, pero el relato se convierte en insoportable en su tramo final.

Los personajes, sometidos a una situación básica de persecución psicopática, son estereotipos superfluos a pesar del esfuerzo interpretativo de Nia Long y de Omar Epps; y la historia, expuesta con suficiente ritmo, no da lugar a sorpresas.