Dirección: Anthony Hickox.
Intérpretes: Zach Galligan, Deborah Foreman, Michelle Johnson, David Warner.

Con guión de Anthony Hickox (“Vampiros A La Sombra”).

Sinopsis

China Webster (Michelle Johnson) y su amiga Sarah Brightman (Deborah Foreman) descubren una misteriosa casa que parece contener un museo de cera.
Su director, David Lincoln (David Warner), les invita para que acudan junto a sus amigos universitarios.
Más tarde el grupo se adentra en el museo, un escenario con figuras de cera recreando a famosos asesinos y figuras del mundo de terror.

Crítica




No está del todo mal esta cinta de serie B que supuso el debut del director Anthony Hickox.

Se inicia como una comedia absurda de ambiente universitario antes de penetrar de forma terrorífico-gore en una serie de episodios que trasladan a los jóvenes protagonistas a una dimensión paralela, fantástica, en la que tienen que lidiar con un hombre lobo (John Rhys-Davies), con vampiros (entre ellos Miles O’Keefe post-Tarzán), varias momias, zombis a lo George A. Romero (con tramos en blanco y negro) o el mismísimo Marqués de Sade (J. Kenneth Campbell), amante de dar latigazos en plan masoca a Deborah Foreman.

Las recreaciones en su diseño artístico, en especial los “episodios” de los vampiros y del marqués de Sade, no están nada mal, como tampoco el tratamiento de cámara con angulaciones, planos subjetivos, buen uso del espacio…

Una lástima que su tramo final, con un clímax que encuentra a todo quisqui, sea demasiado largo y consumido en su despiporre de encuentro de “monstruos”.

La película, con momentos de interés, conoció una secuela titulada “Waxwork: El Misterio De Los Agujeros Negros”.