• Por AlohaCriticón

batman vuelve poster criticaDirección: Tim Burton.
Intérpretes: Michael Keaton, Michelle Pfeiffer, Danny DeVito, Christopher Walken.


Bruce Wayne/Batman (Michael Keaton) sigue luchando por la justicia en Gotham City en solitario con la única ayuda de su fiel mayordomo Alfred.
Cuando un extraño ser abandonado por la sociedad llamado Oscar Cobpelpot, más conocido como el pingüino (Danny de Vito) ponga la ciudad en peligro manipulado por el pérfido magnate Max Shreck (Christopher Walken) y Selyna Kyle/Catwoman (Michelle Pfeiffer), que ha sufrido un intento de asesinato por parte de éste, quiera tomarse la justicia por su mano, el hombre murciélago deberá intentar poner un poco de orden ante tan complicado panorama.




Si brillante aunque con algunas limitaciones fue la primera de las entregas modernas de “Batman” (1989), Tim Burton gozó de más libertad creativa en esta segunda entrega por parte de la Warner y mayor presupuesto para lograr una auténtica obra maestra no sólo del cine de superhéroes procedentes del cómic, sino del su filmografía en particular y del cine de consumo en general.

La dirección artística sigue desprendiendo delicioso goticismo por los cuatro costados, una ciudad de Gotham tan inquietante como los tres magistrales villanos que se ponen en escena: Danny DeVito realiza uno de los mejores papeles de su carrera como el atormentado pingüino, rechazado por todos busca su venganza manipulado por un malvado de la talla de Christopher Walken, al que da miedo sólo mirarle (la secuencia con Selyna Kyle al comienzo de la película es impresionante, y lo mismo se puede decir del prólogo en el que se narra el origen del pingüino) y Michelle Pfeiffer queda como una apropiadísima Catwoman (Olvídense del bodrio de Halle Berry).

Michael Keaton, por su parte, sigue mostrándonos a Batman como un tipo reservado, poco dado a excesos de bondad o ansias de salvar el mundo, que lucha por la justicia posiblemente por que es la única forma que tiene de olvidarse de sus propios tormentos.



Con tales cartas sobre la mesa, Burton compone una auténtica freak movie, un aterrador cuento sobre el rechazo, la injusticia y la soledad, dejando claro quienes son realmente los villanos que viven en nuestras ciudades, unos villanos que son apreciados y respetados por quienes les rodean gracias al dinero y al poder y que se sirven de otros, los que son vistos como el peligro, para conseguir sus propósitos.

Es Batman, pero también es Tim Burton en todo su esplendor y una de sus mejores películas.

Carlos Morcillo


En 1989 Tim Burton fue el primero en dar un gran paso al mirar en el interior del caballero de la noche, en verdad había logrado un gran avance en la historia del cine y del cómic, pues había adaptado un personaje de la tinta a la pantalla grande de manera no sólo agradable, sino también adecuada; esto lo logró gracias a su fascinante óptica gótica que se postraba en la pantalla de una manera sublime.

Tim Burton es uno de los pocos directores que hace honor a su oficio, pues su introspección es aquella que le diferencia de otros visionarios del cine, sus productos tiene su toque, su esencia, por decir que los marca con sutileza y logra crear un producto único.

En el caso de su filme “Batman” podíamos ver en el interior de nuestro personaje principal Bruce Wayne, su oscuro y nublado pasado se hacía presente, la introspectiva que empleaba Burtom era excepcional, lograba atrapar no sólo el lado aventurero del superhéroe, sino también humano; en el caso de “Batman vuelve” no nos fijamos en el lado humano e introspectivo del personaje principal, en este caso Burton se ensaña en mostrarnos el lado gótico de los villanos del filme, la careta social y el oscuro pensamiento de cada uno de nuestros personajes antagónicos.




Primordialmente tenemos al pingüino en un plano gótico pero humano, los datos psicológicos de este ser se postran detrás del rechazo social, logrando una verdad eminente de la vida diaria, pues a pesar de sus rasgos artificiosos y un poco bizarros del personaje, podemos decir que la óptica que se la da es humana y real, si le agregamos la inocencia a dicho personaje podremos notar que así como tiene sus rasgos malignos también tiene sus rasgos virtuosos, recordemos que la inocencia es felicidad, claro que puedo asegurar que el personaje no hubiera sido el mismo sin Danny DeVito como la cara del mismo, yo catalogaría su actuación como única.

Seguimos por el villano potencial del filme, Max Shreck personificado por el grandioso Christopher Walken, cuya personalidad superficial puede ser caritativa pero en el interior no es muy insatisfactoria, en verdad este personaje es de ambigua precedencia, pues aunque es aquel que provoca embustes y asesinatos a sangre fría y sin remordimientos, en verdad es un hombre de familia que pretende usar su parte empresaria no precisamente por una pecunia ambición, sino por la permanencia de su legado, de un recordatorio, una herencia que se propague después de su muerte, aunque hay que preguntarnos ¿de qué le sirve el dinero a un muerto?, he aquí lo ambiguo, pues a pesar de tener su parte gótica que implica destruir cualquier obstáculo que se le interponga en el camino, también tiene su parte humana que involucra un padre “soltero” que se muestra frió y calculador, pero tiene una parte natural que no es ni tan maldita ni tan caritativa, digamos que es neutral.


Por último, aunque esto no significa que sea carente de importancia, de hecho es una de las razones de el triunfo de este filme, podemos apreciar a Catwoman en su estado enteramente autentico, realmente cuando Bob Kane visualizó a este personaje podría asegurar que lo visualizó de esta manera, Selyna Kyle es en verdad como se nos muestra en la película, una chica que se puede ver de forma patética y fracasada hasta el mínimo detalle, sin oportunidad alguna de una vida mejor, después se ve la evolución de dicho personaje y es entonces cuando vemos una metamorfosis favorable aunque retrógrada en algunos momentos, pues a pesar de convertirse en una chica más segura también podemos notar los constantes cambios de personalidad, a tal grado de no saber quien es o como catalogarse, desde mi punto de vista es uno de los personajes más complejos en el mundo del cómic, si Batman ve todo en tonalidades a blanco y negro, entonces catwoman todo lo ve en una tonalidad gris. Llevado el personaje de la mano de Michelle Pfeiffer de una manera magistral, sin duda alguna esta actriz siempre estará entre las grandes.

Claro que las actuaciones se resumirían a la nada si no fuera por un guión concreto, el cual lo calificaría como una palpable adaptación humana, y es exactamente lo que me agrada tanto de este filme, pues a pesar de ser una historia basada en un cómic, podemos visualizar rasgos verídicos, afianzados de manera paladina, que aunque en ocasiones se esconde en las caretas superficiales de los personajes en su mayoría resurge del interior, además de ser una obra adaptada favorablemente en las fiestas navideñas, dándole un toque frío y a veces enternecedor, o como diría Selyna –Un momento cálido en una ciudad fría -.

Con referente a su montaje poco queda por decir, todo es gótico, con el sello 100% Burton, al igual que su vestuario que es simplemente adecuado, sin caer en bizarrerías que caracterizan a otros filmes de superhéroes, lo mismo podemos decir de sus efectos especiales que se determinan por ser mesurados y creíbles, sin pasar por cimero la destacable banda sonora, cuyas partituras definen a cada personaje que aparece en escena.

Un título muy recomendable que se expande más allá del horizonte de luces y colores, mostrando el porque de “Ciudad Gótica”, pues cada persona en este mundo tiene su parte buena y gótica, la cual puede estar encubierta o a merced de la vista.

Lucio Avila

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