Dirección: Tim Miller.
Intérpretes: Ryan Reynolds, Morena Baccarin, Gina Carano, Ed Skrein.
Película basada en un cómic Marvel creado en el año 1991 por Rob Liefeld y Fabian Nicieza.
Con guión de Rhett Reese (“Bienvenidos a Zombieland”, “Clifford’s Really Big Movie”) y Paul Wernick (“Bienvenidos a Zombieland”, “G. I. Joe: La Venganza”).
Sinopsis
Wade Wilson (Ryan Reynolds), un mercenario que pasó por las Fuerzas Especiales, se convierte en el superhéroe Deadpool tras ser sometido a un experimento que le aporta la capacidad de la curación acelerada.
Crítica
Después del fiasco de “La Linterna Verde”, Ryan Reynolds volvió a convertirse en superhéroe en “Deadpool”, una película con simpático antihéroe Marvel protagonizando una rítmica mezcla de humor negro, chistes sexuales, parodia, referencias pop, artes marciales, violencia de dibujo animado… que ahora rompe la cuarta pared o se regodea en el esteticismo al ralentí, y más tarde crea una chanza romántica con música de fondo de Chicago o de Wham.
Todo es cachondeo y entusiasmo juvenil en este título debut de Tim Miller sobre una trama básica de venganza con centro en un sarcástico, desequilibrado mutante que quiere eludir su condición heroica en conflicto y contraste con un singular mentor, y se muestra inseguro ante el miedo al rechazo a causa de su deterioro físico tras ser sometido a un experimento llevado a cabo por la clásica figura de un “científico loco” convertido en villano.
La fenomenal caracterización de un desenfadado Ryan Reynolds, y algunos aciertos cómicos en un compacto tono coñón-nihilista-absurdo (antítesis del enfoque Christopher Nolan) elevan el film de la simpleza de su historia y de la superficialidad de gran parte de sus personajes.
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