Dirección: Ildikó Enyedi.
Intérpretes: Alexandra Borbély, Géza Morcsányi, Zoltán Schneider, Ervin Nagy.

Con guión de Ildikó Enyedi (“Simon Mágus”, “A Gyár”).

Sinopsis

Endre (Géza Morsányi), director financiero de un matadero, se siente atraído por una nueva y tímida trabajadora, una inspectora de calidad de nombre María (Alexandra Borbély).

Crítica




Película que utiliza un vínculo de fantasía romántica para ligar a dos solitarios. La historia juega la baza de la extrañeza de su contexto como escenario romántico y de la peculiar psicológica del personaje femenino.

Ese personaje es una joven con síndrome de Asperger interpretada por Alexandra Borbély en liberación de su rutina gris y metódica, de su incapacidad para amar, para el contacto físico, para el disfrute de las sensaciones… a través de un vínculo especial y metafórico con un personaje monótono en reorientación vital.




Ildikó Enyedi utiliza simbologías y ubicaciones en paralelo entre caracteres y entre realidad-sueño; con habituales planos cortos somos testigos de de miradas, de planos detalle en manos, en pies, en pezuñas… de una relación lacónica de acercamiento tibio.

El citado vínculo especial, esencia de una trama de comienzo interesante, se queda en la superficie y en un previsible progreso sentimental, con subtramas de relleno, y pecando en ocasiones de efectismo y en otras de esteticismo.