Dirección: Jaume Collet-Serra.
Intérpretes: Vera Farmiga, Peter Sarsgaard, Isabelle Fuhrman, CCH Pounder.
Con guión de David Johnson (“Caperucita Roja”) y Alex Mace. Con producción de Leonardo DiCaprio.
Sinopsis
Una pareja, Kate y John Coleman (Vera Farmiga y Peter Sarsgaard), pierde a una hija cuando estaba embarazada y posteriormente adopta a una niña de nueve años llamada Esther (Isabelle Fuhrmann). La apariencia inocente y angelical de la adoptada es eso, simplemente apariencia…
Crítica
La productora Dark Castle de Joel Silver alcanzó cierta resonancia en taquilla realizando pobres remakes adolescentes de cintas de serie B de terror y ciencia-ficción, principalmente del bueno de William Castle (“13 Fantasmas”, “House On Haunted Hill”…).
En esta película, con producción también de Leonardo DiCaprio, Silver se sirve de nuevo de un film clásico, claramente la “Mala Semilla” de Mervyn LeRoy es su principal inspiración, con lo que la originalidad de niña perversa dando la murga en una familia con trauma es nula hasta que el aburrimiento de tanto cliché acumulado salta por los aires con un giro tan inesperado como risible (cuando no surreal).
Da igual que la manida subversión de la imagen cándida de la niña convertida en asesina sin escrúpulos no tenga originalidad alguna, que existan a lo largo del metraje actitudes inexplicables en el seno familiar manipulado alegremente por la muchacha, o que la creación de suspense con centro en un personaje femenino traumatizado sea puro formulismo pesadillesco-paranoico con apariciones en contrastes lumínicos y latigazos sónicos con planos detalle, los guionistas David Johnson y Alex Mace parece que están esperando al final para decir: ¿te parece esto poco original? pues ahora te vas a enterar y te la metemos doblada…
Todo lo anterior, en especial la base en la alteración de la imagen angelical infantil que puede arrastrar a una aparente locura en un juego psicológico a la madre adoptiva, pierde su sentido cuando asoma el giro efectista final y la historia cambia por completo.
Lo cierto es que no les faltó inventiva con la idea.
Una pena que credibilidad tenga poca y se alargue el chiste demasiado.
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