Dirección: Haifaa Al-Mansour.
Intérpretes: Elle Fanning, Ben Hardy, Maisie Williams, Douglas Booth.
Con guión de Haifaa Al-Mansour (“La Bicicleta Verde”) y Emma Jensen.
Sinopsis
Siglo XIX.
La joven Mary Wollstronecraft Godwin (Elle Fanning), ante la oposición de su familia a su relación, se fuga con el poeta Percy Shelley (Douglas Booth) y se instala en la casa suiza de Ginebra de Lord Byron (Tom Sturridge).
Una noche se plantea un juego: crear una historia de terror en la que todos participan, incluido John Polidori (Ben Hardy), el médico personal de Lord Byron.
Crítica
“Mary Shelley” es un drama de época decimonónica que cuenta la historia del nacimiento de un libro pero también de una mujer, Mary Wollstonecraft Godwin (interpretada por Elle Fanning), que vivirá una turbulenta y apasionada relación con el poeta romántico Percy Shelley (interpretado por Douglas Booth).
Ambos sienten un flechazo inmediato al conocerse y ante la oposición de la familia deciden huir acompañados por la hermanastra de Mary, Claire (interpretada por Bel Powley).
Se retrata a Mary como la hija de unos padres brillantes, liberales ambos; una joven refugiada en los libros de la librería de su padre en Londres marcada por la ausencia de su madre fallecida tras su nacimiento que escribía desde pequeña historias de terror. Es una muchacha liberal, culta, que cae atrapada en un amor turbio y se verá limitada por las convenciones sociales y los prejuicios de su contexto.
Percy Shelley, por otro lado, es un joven poeta con gran ego y atractivo, una persona egoísta a la que le gustan las relaciones abiertas, libres, un joven cuya rebeldía acaba cayendo en la tontería.
Los altibajos en su relación se verán agudizados durante su estancia en la casa de Lord Byron (interpretado por Tom Sturridge) en Ginebra. Es allí donde una noche se plantea un juego que involucra a todos los invitados en la casa, incluido John Polidori (Ben Hardy), el médico personal de Lord Byron: crear una historia de terror. Será de esta reunión de donde surge la idea de Mary de crear Frankenstein.
Los temas a tratar en este caso son el sentimiento de abandono, de pérdida; la soledad, la necesidad de afecto; el amor por la escritura; la lucha de una mujer por sobrevivir a un amor tormentoso y a una sociedad que le ahoga, contando además como Mary trasladó a las páginas de su libro más famoso sus experiencias vitales, sus frustraciones, sus sentimientos.
La ambientación gótico-romántica es correcta; los diálogos y las interpretaciones un tanto acartonadas en algunos casos, estereotipadas en otros e histriónicas, como es el caso de Tom Sturridge interpretando a Byron. La mejor es la de Elle Fanning, aunque no consiga transmitir los intensos sentimientos que se supone que siente, no se aprecia química entre la pareja protagonista.
Todo está narrado de forma contenida; todo es triste, quejumbroso, con un aire de decadencia un tanto exagerada y un cierto tono feminista.
La película cuenta un sugerente relato, pero no sabe trasmitir los sentimientos que nos quiere contar, no consigue que el espectador empatice con la historia.
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