Dirección: Tony Scott.
Intérpretes: Tom Cruise, Kelly McGillis, Anthony Edwards, Val Kilmer.
Con guión de Jim Cash (“Peligrosamente Juntos”) y Jack Epps Jr. (“El Secreto De Mi Éxito”).
Sinopsis
Pete “Maverick” Mitchell (Tom Cruise), hijo de una leyenda dentro de la aviación de la Marina de los Estados Unidos, acude junto a su compañero de vuelo, Goose (Anthony Edwards), a Top Gun, una escuela de élite ubicada en Miramar, California, en donde competirá con otros pilotos por el trofeo al mejor piloto.
En Top Gun imparte clases la astrofísica Charlie Blackwood (Kelly McGillis), a quien Maverick previamente había intentando conquistar en un bar desconociendo su identidad.
Crítica
El productor Jerry Bruckheimer y el director Tony Scott mezclando acción, drama y romance en esta pasable película que llevó a Tom Cruise al estrellato cinematográfico definitivo tras “Rebeldes” y “Risky Business”.
La historia es poco original, previsible, un melodrama lleno de lugares comunes en torno a vida militar en grupo, rivalidad en competición y amistad, con toques de humor ligero, traumas freudianos y tragedia para sacudir emocionalmente la sencilla trama.
Lo más destacado son las largas secuencias de acción aérea, estupendamente realizadas, montadas, y manejadas con gran intensidad.
También es reseñable la trascendencia de la iconografía de Cruise en el film, desde las gafas a la moto pasando por la cazadora.
Un punto importante en el film, incluso en la narrativa, es el uso de las canciones de forma diegética y extradiegética.
Sea canturrear en un bar el “You’ve Lost That Lovin’ Feeling” de los Righteous Brothers o el “Great Ball Of Fire” de Jerry Lee Lewis, escuchar el “(Sitting On) The Dock Of The Bay” de Otis Redding, el “Mighty Wings” de Cheap Trick con producción de Harold Faltermeyer, o acaramelar el romance de Cruise y Kelly McGillis con la conocida “Take My Breath Away” de Berlin.
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